Es curioso como hay ingredientes que cocinamos casi siempre de la misma forma. Pues esta vez he preparado unas carrilleras de cerdo ibérico en salsa de verduras, en lugar de cocinarlas con vino tinto, como acostumbro a hacer, y la experiencia ha sido tan buena que creo que ahora las cocinaré siempre así.
Lo primero que tengo que advertir es que la calidad de los ingredientes utilizados, tiene que ver mucho en el resultado final, y estas carrilleras de cerdo ibérico, que me había traído mi hermana desde Jabugo, pronosticaban un resultado estupendo.
Comenzamos haciendo un sofrito de verduras, salteando en muy poco aceite las cebollas y los pimientos, cortado todo en brunoise, y cuando empiecen a sudar, bajamos el fuego y dejamos pochar unos diez minutos. Pasamos ese fondo por la batidora y reservamos.
Las carrilleras de cerdo ibérico, suelen tener unas telillas grasas que las envuelven, que conviene limpiar bien, para evitar que encojan y se queden arqueadas. Una vez limpias, las salpimentamos y las marcamos en la misma cacerola que las vamos a cocinar, con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, para sellarlas bien.
Añadimos el vaso de vino blanco y subimos el fuego dando unas vueltas a las carrilleras para que se evapore el alcohol. Agregamos entonces el caldo de carne y el fondo de verdura que habíamos reservado, mezclándolo bien. Añadimos las 4 zanahorias cortadas en trozos y dejamos cocer a fuego lento hasta que la carne esté hecha, durante aproximadamente 40 minutos.
Probamos apretando con el canto de una cuchara en una carrillera, que se deberá deshacer. Si no, continuamos hasta que esté la carne bien tierna. Durante el proceso, la salsa se irá oscureciendo y espesando. Rectificamos de sal y listo para llevar a la mesa.
Con qué acompañar las carrilleras de cerdo ibérico con salsa de verduras
Estas carrilleras de cerdo ibérico en salsa de verduras, están buenísimas con un buen vino tinto, y por supuesto con un poco de pan para disfrutar de la salsa. Lo ideal es que sean plato único, con un poco de arroz blanco, o que se sirvan precedidas de una ensalada ligera como único entrante.
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