Cuando estamos de vacaciones no tenemos tiempo de parar horas y horas en la cocina. Es por eso que siempre tenemos que tener a la mano algunas recetas sencillas que nos permitirán disfrutar de un plato rico y nutritivo en toda ocasión. Las carnes blancas pueden igualmente ser una buena alternativa en esta temporada veraniega.
Hoy te invito a que preparemos una receta de pechugas de pollo rellenas de salami y tomate seco. La combinación de la carne de pollo, cuyo sabor es bastante neutro, con la intensidad el tomate seco y lo salado del salami no permitirá llegar a un equilibrio de sabores muy disfrutable.
Vamos a limpiar las pechugas de pollo para cortarlas en dos a lo largo. Las sazonamos con sal y pimienta al gusto. Reservamos. Les recomiendo no salar demasiado ya que tanto el salami como el tomate seco aportarán una buena dosis de sal al conjunto. Cortamos el salami y julianas así como los tomates secos. Colocamos ambos en una de las mitades de cada pechuga. Cortamos igualmente trocitos de mozzarella que agregamos a todo lo anterior.
Doblamos las pechugas y las cerramos con la ayuda de un par de palitos de madera. Cortamos más mozzarella que colocamos sobre las pechugas. Sazonamos con un poco de pimienta y colocamos en un refractario. Recubrimos con papel de aluminio y horneamos, a 200ºC, por 20 minutos. Retiramos el papel de aluminio y dejamos otros cinco a ocho minutos en el horno, a 180ºC.
Con qué acompañar las pechugas de pollo gratinadas rellenas de salami y tomate seco
Me parece que estas pechugas de pollo rellenas de salami y tomate seco se juntan muy bien con unas pastas neutras con las que podrás disfrutar mejor del plato. Así mismo, unas rebanadas de pan integral y una copa de vino tinto acompañaran muy bien los sabores de esta preparación.
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