Puede que te apetezca, tras los atracones de Nochevieja y Año Nuevo, poco cocinar. Por eso, quizás el mejor reclamo y aliado para seguir comiendo bien, barato, sano y sin esfuerzo esté en la estrella de la temporada: la freidora de aire.
Más aún si metemos en la ecuación un producto tan barato y sano como es la pechuga de pollo, pero a la que vamos a dar una vueltecita para esta receta asequible y rápida que no es otra que pechuga de pollo en freidora de aire.
Insistimos en la vuelta de tuerca, pues cuando venimos del resacón de los grandes días de la Navidad, dedicarnos a una triste pechuga de pollo a la plancha puede que no sea lo que más nos interese.
Por eso, esta versión que vamos a preparar en freidora de aire tiene esos matices de las clásicas preparaciones a la parmesana, muy propias de la cocina italiana, que nos va a mejorar la receta con un poco de pan rallado, de tomate y de queso, tres ingredientes que mejoran cualquier preparación sin andarse con contemplaciones.
Si pensabas que el gratinado era una función exclusiva del horno, te vas a sorprender. Si pensabas que nada imitaría el resultado de un empanado como una fritura convencional, te vas a sorprender. Y si tienes invitados en casa, se van a sorprender.
Salpimenta las pechugas, resérvalas y haz un pan rallado donde mezcles hierbas provenzales, ajo en polvo y parmesano rallado. Bate aparte un huevo con un poco de leche y empana tus pechugas, pasándolas por harina, el huevo batido y el pan rallado y lo colocas en la freidora de aire.
20 minutos a 180 ºC con la air fryer debidamente precalentada. Pasado ese tiempo, añade una capa de salsa de tomate en cada pechuga, un poco más de parmesano rallado y mozzarella rallada y le das más calor. Cuatro minutos a 180 ºC, hasta que el queso se gratine, y tendrás las pechugas de pollo definitivas sin complicarte la vida.
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