Si buscamos la definición de ensalada encontramos que es "un plato de hortalizas y verduras crudas, sazonado con una salsa fría y servido como entremés, como entrante o antes del queso", pero cada vez más en nuestras mesas es más corriente encontrar ensaladas más complejas que las clásicas ensaladas verdes.
Es el ejemplo de esta ensalada de garbanzos con bacalao, que por si sola puede ser un plato único, ideal para los días de Semana Santa, pues no deja de compartir ingredientes con el clásico potaje de vigilia.
Unas horas antes de servir la ensalada, picamos muy finamente la cebolla y el pimiento. En un mortero majamos 1 diente de ajo y el perejil, le agregamos 4 cucharadas de aceite, el vinagre, revolvemos y mezclamos con la cebolla y el pimiento picaditos, tapamos y dejamos macerar en la nevera.
Ponemos el bacalao en una olla pequeña, junto a 2 dientes de ajo sin pelar y unos granos de pimienta, ponemos a fuego muy, muy bajo y dejamos que se confite, durante unos 30 o 45 minutos. Cuando este listo retiramos del aceite y dejamos enfriar. Cuando este tibio lo desmenuzamos, dejándolo limpio de espinas y piel.
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Con qué acompañar la ensalada
Montamos la ensalada de garbanzos con bacalao poniendo en el fondo de la fuente o plato rodajas de patata cocida, encima los garbanzos y regamos con el pimiento y la cebolla macerados y revolvemos. Si es preciso podemos aliñarlo ligeramente con un chorrito de aceite y una pizca de sal y pimienta molida.
Es un plato muy completo, por lo que puede ser perfecto para uno de esos días de calor que pronto llegaran.
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