En casa nos encantan los garbanzos, a casi todos, pero confieso que siempre cocino con los que venden ya hervidos, por suerte en un puesto del mercado municipal de aquí, venden unos que están buenísimos. No lo hago por pereza, es que no tengo memoria, se me olvida ponerlos a remojo la noche anterior.
Aunque por esta vez, sin que sirva de precedente y para hacer estos garbanzos al limón, me acordé, ahora eso sí, a la una y media de la noche, por lo que me levante en mitad de la noche, intentando no hacer ruido ni desvelarme demasiado, fui a la cocina, agarré un bol del armario, lo llene de garbanzos secos y agua y lo dejé descansando sobre el mármol, me volví a meter en la cama y participé en esta breve conversación con mi santo esposo:
Santo esposo - ¿Qué has hecho?
Yo - Preparar los garbanzos para mañana ¡duérmete!
Santo esposo - ¡Tú estas loca!
Yo - Mañana lo hablamos
Y lo hemos hablado, por supuesto que si, en cuanto se ha metido en la boca la primera cucharada de garbanzos.
La noche anterior, ponemos los garbanzos en un bol y los cubrimos con agua. Ponemos una olla al fuego con mucha agua y sal y echamos los garbanzos, dejamos que cuezan hasta que estén tiernos, tardarán entre una hora y hora y media dependiendo de la calidad de los garbanzos y de la dureza del agua en nuestra zona.
Hacemos una majada con uno de los dientes de ajo, las semillas de cilantro, 1/2 cucharadita de comino, las guindillas, una pizca de sal y el pimentón. Lo desleímos con una cucharadita de aceite. Reservamos.
Pelamos y picamos la cebolla y el ajo restante y los rehogamos en una cazuela, a fuego suave hasta que tomen color. Agregamos los garbanzos escurridos, el caldo y una cucharadita de la salsa que teníamos reservada. Dejamos hervir a fuego suave durante 15 minutos. Añadimos el zumo de medio limón, lo removemos delicadamente para no romper los garbanzos, mientras lo dejamos cocer durante 2 minutos más.
Con qué acompañar los garbanzos al limón
Serviremos los garbanzos al limón calientes y decorados con unas rajitas de limón y un guidilla seca por encima. El tiempo de cocción de esta receta se reduce considerablemente en el momento que, utilizamos una olla a presión o que nos olvidemos de poner los garbanzos en remojo y usemos de los que vienen ya cocidos.
Atención a la cantidad de guindilla que le añadimos, podemos añadirle o quitarle en función de nuestros gustos.
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