Buscando en internet recetas con calabazas, encontré esta coca salada de calabaza con masa de aceite en el blog de Miriam y pensé que sería una forma estupenda de aprovechar todas las que tengo. No me equivoqué.
Lo más pesado de esta receta es conseguir que la masa leve, pues al llevar una cantidad considerable de aceite es una tarea difícil. Por eso no esperéis que doble su tamaño como ocurre con otras recetas. Aunque vale la pena prepararla, pues el resultado es una base crujiente que contrasta deliciosamente con la suavidad de la calabaza especiada.
Empezamos poniendo el aceite de oliva, el vino blanco, la sal, la levadura y la harina en un bol y amasamos ligeramente. Conviene empezar poniendo 450 g de harina y si vemos que la masa queda demasiado pegajosa ir añadiendo más poco a poco.
Hacemos una bola, la colocamos en un bol tapado con un paño y la dejamos levar (le cuesta bastante subir al llevar tanta grasa, yo la dejé 2 horas y no sube demasiado). La desgasamos sobre la encimera, la estiramos con un rodillo y la ponemos sobre una bandeja de horno ligeramente engrasada.
Pelamos y cortamos en rodajas la calabaza. La colocamos sobre la masa y la salamos, teniendo en cuenta que la calabaza es muy dulzona. Pincelamos la superficie con aceite de oliva al gusto y luego espolvoreamos con el pimentón y el comino. Por último, cocemos la coca unos 25 minutos en el horno precalentado a 210ºC.
Con qué acompañar la coca de calabaza con masa de aceite
Lo mejor de esta receta de coca de calabaza con masa de aceite es que la masa se mantiene crujiente durante tiempo, por lo que puede prepararse por la mañana si es para cenar. Acompañada de una ensalada verde variada es una forma deliciosa de variar nuestras cenas o como primer plato en una comida. También pueden prepararse cocas individuales para una presentación más especial.
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