Los calamares son un ingrediente muy versátil y es frecuente encontrarlos todo el año, ya sea en fresco o congelados, a muy buen precio. Es por eso que esta receta de calamares con olivas negras os la recomiendo como una variante al ya clásico guiso marinero que se suele preparar en casi todas las casas.
Para realizarlo os aconsejo que uséis calamares en pieza y no en anillas precortadas, que nunca suelen ser de la misma finura ya que se trata de otras especies de cefalópodos menos sabrosos. Pedirle al pescadero que os los limpie sin abrir y después ya lo cortáis fácilmente vosotros mismos en rodajas. Os va a encantar la mezcla de sabores de este plato.
Comenzaremos dejando los tomates secos en remojo en el aceite de oliva para que se hidraten durante una hora antes de empezar a cocinar. Después seguimos limpiando los calamares, retirando la cabeza y los tentáculos y cortando los cuerpos en anillas. Cortamos la cebolleta menuda. Ponemos una cazuela con el aceite de oliva y sofreímos los calamares durante unos cinco minutos a fuego fuerte.
Añadimos el ajo, la cebolleta y los tomates secos, la sal, la pizca de pimentón dulce, el laurel y la pimienta. Dejamos** sofreír todo junto cinco minutos**, entonces añadimos el vino blanco y el caldo de pescado y guisamos durante veinte minutos a fuego medio. Cuando pase el tiempo añadimos las olivas negras y seguimos cocinando durante otros ocho minutos.
Con qué acompañar los calamares con olivas negras
Los calamares con olivas negras se deben servir bien calientes acompañados de su salsa; como guarnición para este plato le quedan estupendas unas patatitas nuevas cocinadas al vapor. Una forma distinta de preparar los calamares en cazuela.
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