Los fines de semana, como le sucedía al famoso Dinio con la noche, suelen confundirnos. El tiempo se nos echa encima, los planes se multiplican y las ganas de cocinar se reducen, en términos directamente proporcionales, al buen tiempo que acaba haciendo en la calle.
Aprovechar la primavera parece una máxima ineludible, independientemente de nuestra edad. Sin embargo, no dejarse la cartera cenando un sábado o un domingo también parece ineludible.
Más ahora con tiempos de inflaciones desbocadas y con las casi inminentes vacaciones a la vuelta de la esquina. Por eso, os traemos una receta anticrisis, muy doméstica, muy rápida y que os permite comer pescado sin tener que madrugar ni ir al mercado.
En este caso, vamos a apostar por una receta de merluza que, además, es muy fresca para esta época del año y además nos va a permitir aligerar el fondo de congelador que tengamos con, por ejemplo, unos langostinos.
Se trata de nuestra popular versión del salpicón, pero esta vez haciendo un salpicón de merluza y gambas, donde podéis tunear a voluntad el acompañamiento de marisco que queráis, incluyendo almejas, chirlas, mejillones o cualquier molusco.
La clave solo va a estar en haber descongelado bien la merluza, siguiendo los cauces habituales. También con las gambas descongeladas, hacemos lo mismo.
Con esto en marcha, lo único que debemos hacer es cocinar al vapor o hervida la merluza, lo justo para que esté hecha pero sin pasarnos para que no se seque.
Luego la desmigamos, procurando que queden trozos generosos, y la acompañamos con una guarnición de verduras picadas en cubos. Va al gusto, pero con cebolla, tomate y pimiento tenemos el trío más que resuelto.
Mezclamos junto a los langostinos o gambas, preparamos la vinagreta, removemos todo junto y tenemos en apenas 15 minutos un primer plato de órdago con ingredientes baratísimos que nos apañan cualquier domingo.
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