A mis hijos les encanta el calamar rebozado, pero a mí me cansan un poco las frituras, por eso cuando me explicaron esta receta de calamares al limón pensé que sería una buena forma de variar un poco la forma de prepararlos. Me gustó el contrapunto ácido del cítrico con el sabor dulzón de los calamares.
Si queréis, podéis usar calamares congelados. Yo los puse frescos y no les quité la piel, por eso el resultado fue más rosado de lo que pensaba. Si utilizáis calamares congelados, dejadlos descongelar y escurridlos bien antes de cocinarlos, para evitar que la salsa quede demasiado líquida.
Separamos las hojas del perejil de los tallos y las picamos menudas. Pelamos los ajos y los picamos también. Ponemos un poco de aceite en una sartén y sofreímos ligeramente los ajos y la mitad del perejil.
Agregamos los aros de calamar y lo sofreímos todo junto. Incorporamos el vino, la sal y la pimienta y lo dejamos a fuego lento para que la salsa vaya evaporándose y espese todo.
Agregamos el zumo de limón y le damos un par de vueltas más sobre el fuego, para que se reparta bien. Lo volcamos todo sobre la fuente donde vayamos a servir, lo espolvoreamos con el perejil fresco reservado y servirmos inmediatamente.
Con qué acompañar los calamares al limón
Esta receta de calamares al limón es perfecta para servir con arroz blanco, patatas cocidas o un plato de pasta, incluso con una ensalada. A mí me gusta servirlo con arroz y mezclarlo todo, con la salsita que queda al cocinar los calamares. Deliciosa.
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