Son pintonas, guapísimas y de lo más resultón, además de deliciosas y muy fáciles de preparar. No descubrimos la pólvora con esta receta de patatas hasselback, llevan mucho tiempo rondando por el universo gastro digital, pero no contábamos con ella en nuestro haber y hemos querido poner solución al tema.
Para que queden bien hermosas es importante hacer los cortes muy finos y tener cuidado de no atravesar la patata, no se debe llegar a la base. Ese es el truco para unas patatas hasselback perfectas. Te mostramos en nuestro vídeo lo sencillo que es conseguirlo si cuentas con un cuchillo bien afilado y dos palillos de madera. Al lío.
Precalentamos el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo.
Lavamos bien las patatas para retirar todo posible restos de tierra y secamos. Hacemos un pequeño corte horizontal en la base para que se mantenga estable sobre la mesa cuanto hagamos los cortes verticales.
El quid de las patatas hasselback es que los cortes sean muy finos (para que haya muchos) y que no lleguen a la base. Para ello necesitamos un cuchillo bien afilado y dos palillos de madera. Colocamos los palillos a ambos lados de la patata y, con sumo cuidado y paciencia, cortamos finas rodajas de un extremo al otro.
Trasladamos las patatas a una bandeja de horno cubierta con papel vegetal o sobre fuente de horno engrasada. Introducimos un par de hojas de laurel en el interior de cada patata (opcional), salpimentamos al gusto y cubrimos con un poco de mantequilla o un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Introducimos la fuente en el horno, bajamos la temperatura a 180 ºC y asamos durante 35-45 minutos o hasta que las patatas estén doradas. Esto dependerá del tipo de patata, de su tamaño y de la potencia del horno.
Podemos rociar con más aceite a media cocción o, incluso, colocar otro pegote de mantequilla en la superficie. Así se resecan menos con el calor del horno, pero hay que tener en cuenta que tendrán más grasa.
Retiramos las patatas del horno y terminamos con un poco de pimentón dulce o picante, ajo en polvo, hierbas, queso rallado, aceite de oliva, mantequilla, escamas de sal, etc. Al gusto. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar las patatas hasselback
Si eres muy fan de las patatas, puedes servir estas como protagonistas del plato y acompañar de mayonesa, alioli o, simplemente, una cucharada de yogur natural. Pero también puedes utilizar las patatas hasselback para guarnecer platos de carne o pescado y quedar como un verdadero pro de la cocina.
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