Los benditos calabacines también pueden ser protagonistas de un plato completo, saciante y suculento con el que dejar más que satisfecha a toda la familia. Si tienes la suerte de disponer de un huerto y tienes abundancia calabacinera, con recetas como esta nadie se quejará de que siempre hay lo mismo para comer en casa. Y es súper fácil de adaptar y modificar al gusto.
No hablamos esta vez de ir hacia Italia con platos contundentes -y riquísimos- como la lasaña de calabacín, sino de optar por los calabacines rellenos de carne. Según el tamaño de la hortaliza y la farsa que usemos para cocinarlos, serán un plato más o menos saciante, que se adapta a menús de fiesta, almuerzos o cenas más ligeras.
Y con pocos ingredientes puedes tener un plato único tan rico como nutricionalmente completo y saludable, como sugiere la dietista nutricionista Ysaline Diet. Ella enseña a cocinarlos de forma sencilla simplemente cortándolos longitudinalmente, sacando la pulpa con una cuchara y rellenándolos de carne picada sazonada al gusto.
La pulpa de calabacín que ha retirado la coloca como base en una fuente de horno con un poco de agua, añade hierbas o especias y pone encima los calabacines ya rellenados, que también espolvorea con hierbas provenzales. Tras pasar por el horno, entre 40-50 minutos según tamaño, reparte cada hortaliza rellena en raciones y aprovecha los jugos y la pulpa de calabacín para mezclarla con arroz blanco cocido, que sirve como guarnición.
Esta receta básica se puede variar usando sobras de farsa para rellenar la verdura, pollo asado desmenuzado o unas pechugas, atún o bonito en conserva, legumbres cocidas, pisto de verduras que ya tengamos hecho, soja texturizada... y si queremos que sea aún más rico, no hay más que cubrir con queso para gratinar, mezclar con algo de bechamel o servir con queso recién rallado nada más salir del horno.
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