En menos de 30 minutos, esta porción de garbanzos con acelgas está lista para comer. Esta humilde y sencilla receta es fantástica, contiene proteínas de alta calidad y de origen vegetal como la de los garbanzos, un plus de fibra de la acelgas y una dosis de antioxidantes de la cúrcuma.
Más allá de sus beneficios nutricionales, los garbanzos con acelgas hacen un plato que se adapta a todas las estaciones y climas. Se puede disfrutar en caliente con cuchara en mano, como un guiso reconfortante en los meses más fríos, o bien como parte de una ensalada en verano. Además, admiten numerosas variaciones y adaptaciones según los gustos y preferencias. Por ejemplo, funciona añadir otras verduras como zanahorias, cebolla o pimiento para enriquecer aún más su sabor y valor nutricional.
Si bien las legumbres secas son mis preferidas,, admito que las de bote son un recurso muy práctico que ahorra tiempo y esfuerzo. Basta con abrir el bote, escurrir y enjuagar bajo el agua para eliminar el exceso de sodio. Y así, están listos para ser incorporados a cualquier receta desde hummus, guisos, ensaladas hasta para preparar una hamburguesa vegetal bien buena.
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Como los garbanzos ya vienen cocidos, nos saltamos el proceso de remojo y cocción, que puede llevar varias horas. Esto reduce significativamente el tiempo de preparación de la receta, lo que resulta ideal para resolver la cena entre semana.
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