Tu saliva podría predecir si el pan te engorda

Tu saliva podría predecir si el pan te engorda
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Una de las teorías más difundidas últimamente respecto a la nutrición es que los hidratos de carbono, per se, engordan. Ya hemos comentado varias veces en Directo al Paladar que esto no es necesariamente cierto. Por ejemplo, vimos como la la dieta ancestral de los Kitavanos estaba compuesta principalmente por hidratos. De la misma forma, es posible tener una dieta casi exclusivamente compuesta de patatas y perder peso. Y lo que es más increíble, incluso puedes perder peso con comida basura. Otra cosa es que sea sano a largo plazo.

Pues bien unos investigadores del Imperial College de Londres han descubierto una variable más en el metabolismo de los hidratos de carbono. Parece ser qué tenemos un gen, llamado AMY1, que codifica la proteína amilsa, encargada de procesar el almidón. Esta enzima se encuentra en la saliva.

Parece ser, que como fruto de nuestra adaptación a dietas más altas en hidratos, probablemente a raíz de la aparición de la agricultura, nos vimos sometidos a una presión evolutiva que hizo aumentar el número de copias de este gen para que expresáramos más amilsa. Así, podríamos asimilar mejor los almidones de trigo, maíz, etc... Sin embargo, y de forma similar a lo que ocurrió con nuestra adaptación, a la ingesta de leche, no todas las poblaciones humanas se adaptaron igual o al mismo ritmo y esa variabilidad ha llegado hasta nuestros días.

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A menos copias del gen AMY1 más riesgo de obesidad

Los investigadores realizaron el estudio con miles de personas de el Reino Unido. Francia. Suecia y Singapur. Lo que encontraron fue sorprendente, que aquellas personas que tenían menos número de copias del gen de la amilasa salivar, tenían un mayor riesgo de ser obesos. Los investigadores piensan que este es un descubrimiento importante, porque sugiere que la forma en la que digerimos los hidratos de carbono complejos en el estómago, puede ser un factor a tener en cuenta en la obesidad.

Previamente, se habían hecho también estudios genéticos acerca de genes que afectan al apetito y la saciedad, pero en este caso se trata de un gen que afecta a una encima directamente relacionada con el metabolismo de los hidratos, y que parece estar asociado a un mayor riesgo de obesidad.

Este estudio abre vías interesantes de investigación. Por ejemplo que nos hagan estudios genéticos que puedan determinar nuestra predisposición a engordar en una dieta más o menos alta en hidratos. Por ejemplo, es posible, que al igual que ocurre con la lactosa, algunas poblaciones que adoptaron la agricultura más tardíamente, estuvieran menos adaptadas al consumo de almidones. Es decir, que tuvieran menos copias de este gen, y que por tanto una dieta alta en hidratos tuviera unos efectos mayores en este grupo.

Es sólo una teoría, teoría que habrá que ir contrastando en base a una mayor cantidad de datos en el futuro. Aún es pronto para decir algo así pero se prueba, una vez más, que las causas que determinan la obesidad pueden ser muy complejas, y pueden estar determinadas. tanto por factores ambientales, como culturales o directamente genéticos.

Así que, cuando oigáis que los hidratos de carbono engordan o que dietas milagro como la Dukan afirman funcionar porque reducen los hidratos, tener en cuenta que no todo es tan sencillo en nutrición.

Imágenes | Por Wikipedia Commons

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