Reconozco que tiene que producirse una sensación extraña, si pides un poco de sal y te pasan este salero con forma de corazón. Pero la idea de este diseño es recordar que el exceso de sal es perjudicial para la salud, y todos deberíamos reducir un poco su consumo.
Por eso el agujerito del que sale la sal es un pequeño orificio bastante estrecho, con la finalidad de recordar al usuario que debe recortar el consumo de este condimento. (O agitar más fuerte el corazón para que caiga más)
Diseñado en porcelana blanca, por Anna Bormann y Selma Serman, este salero con forma de corazón, que rompe con la estética tradicional de los saleros de mesa, tiene un precio de 39 euros.
Fuente | La cocina de Javi En Directo al Paladar | Robots para la sal y la pimienta