Un peculiar vagón-restaurante se sitúa en la sierra madrileña. Su historia se remonta al año 1989. Un gran cocinero, Benito Celestino, paseando por las viejas estaciones de Aranda de Duero, topó con un vagón del cual se prendó.
Benito se planteó una idea, hacer un vagón restaurante. Se puso manos a la obra para convertir dicho vagón en un romántico comedor.
Se encuentra en Hoyo de Manzanares, un pueblo de la sierra de Madrid, a unos 37 kilómetros de Madrid. Llama la atención la especial decoración, está ambientada en un auténtico vagón de los años 30 del siglo pasado.
En el exterior de este vagón, se recrea un pequeño apeadero de esa época con placa y andén incluido, no le falta ni un detalle, incluso un reloj de estación y un semáforo para la salida de los trenes.
Existe otro proyecto que empezará a funcionar el próximo mes de octubre, otro vagón datado del año 1890 donde se dice que viajó Alfonso XII. Éste irá anexo al anterior.
En su gastronomía cabe destacar el Carpaccio de carabineros, las Cocochas de bacalao o las Anchoas de Castro en confitura de tomate. Su precio medio se sitúa entre 35 y 50 euros.
El vagón-restaurante de Beni, es un interesantísimo lugar donde disfrutar una rica y agradable comida en un clásico escenario.
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