Recorrer el centro de Madrid en estas fechas puede ser una aventura para la que hay que cargarse de paciencia, pero si asumes que no estarás en soledad, es posible disfrutar de lo bonitas que lucen sus calles y plazas, hagas turismo o salgas de compras. Y cuando el frío ya invernal pida al cuerpo algo caliente para reponer energías, el consomé más famoso de España sale al rescate en forma de vasos para llevar y acompañarte en tu periplo castizo.
Hablamos del histórico consomé del no menos mítico Lhardy, un establecimiento con más de 180 años de historia en la capital que en 2021 se salvó de la quiebra al ser adquirido por Pescaderías Coruñesas. Y ahí sigue al pie del cañón fiel a esa esencia que lo mantienen como un lugar único en Madrid y toda España, con un local que mantiene la magia de antaño tanto en el restaurante como en las vitrinas de su tienda, que en Navidad luce especialmente encantadora. Atravesar las puertas de Lhardy sigue siendo como viajar en el tiempo a una época de refinamiento y lujo algo decadente típico de la aristocracia decimonónica.
Aunque con una carta actualizada que ha evolucionado con los nuevos tiempos, mantiene en su oferta platos ya inmortales como su reputado cocido madrileño, las croquetas, los callos, el solomillo Wellington o el famosísimo soufflé Alaska. Y, por supuesto su mítico consomé.
Se dice que el fundador del restaurante, el francés Emilio Huguenin Lhardy, fue quien trajo a Madrid la receta de este célebre caldo cuya fórmula apenas ha variado en casi dos siglos de historia. Lleva unos diez ingredientes, entre los que se incluyen huesos de ternera, pollo, codillo de cerdo y varias verduras, además de claras de huevo para su clarificación al estilo tradicional, y exige muchas horas de cocción lenta a fuego suave. Disponible todo el año en la entrada del local, siempre dispuesto en un histórico samovar de plata para el autoservicio del cliente, cuando se acercan las navidades el consomé de Lhardy sale a la calle.
Así, durante todas las fiestas y hasta que duren los días fríos del invierno, quien pase por la carrera de San Jerónimo podrá calentar cuerpo y alma con un vaso para llevar del reconfortante consomé, casi un elixir que apetece a cualquier hora del día cuando las temperaturas hielan manos y pies. Ligero y nutritivo, fragante y sabroso, es un consomé que sabe a caldos de antaño, y poder tomarlo a sorbitos mientras se pasea por la demasiado moderna y acelerada Madrid es un lujo que casi parece hoy un gesto subversivo.
Se puede encontrar el puesto de consomé todos los días desde las 12 horas de la mañana hasta las 15.00, y en horario de tarde de 18.00 a 22.00 horas, cerrando tres horas antes los domingos. Y también puedes comprar una botella para llevártelo a casa y así solucionarte el primer plato de cualquier menú, o lo puedes convertir en una señora sopa cociendo en él unos fideos y algo de jamón o huevo.
Imágenes | Facebook Lhardy
En DAP | Receta de consomé
En DAP | Caldo clarificado
