Están presentes en la mayoría de platos ofreciendo una gran variedad de sabores y propiedades saludables. Los beneficios que aportan las especias son múltiples, sus aceites son agentes antimicrobianos naturales que ayudan a conservar los alimentos y consiguen eliminar microbios.
Gracias al uso de las especias, podemos utilizar menor cantidad de sal, con lo que ganamos en salud reduciendo el riesgo de hipertensión que puede producir la sal. Incluso curan pequeños achaques, ya que desde tiempos remotos las especias se han utilizado en la medicina popular para evitar pequeñas molestias como un resfriado o estrés físico o mental. La digestión se realiza con mayor facilidad si condimentas los alimentos con ciertas especias, ya que las sustancias aromáticas estimulan la producción de jugos gástricos haciendo que los alimentos sean más fáciles de asimilar. Además muchas de las especias tienen la capacidad de proteger nuestro aparato digestivo de posibles infecciones bacterianas, reducen las fermentaciones en el interior del intestino favoreciendo las funciones de éste.
Las especias no sólo se limitan a darle un especial sabor a nuestros platos, además propician que el alimento que ingerimos resulte sano y ligero. Prácticamente en todas las cocinas del mundo se encuentran presentes especias como la canela, pimienta, azafrán, nuez moscada, etc., una gran variedad que nos acompaña en nuestras creaciones y recetas gastronómicas.
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