No se puede negar que tomar un helado es un placer, pero la verdad es que según el diámetro de nuestras caderas, hay quienes tenemos que pensarlo dos veces antes de comernos uno. Pecata minuta, que hay cosas peores, pero nunca llegamos a soltarnos del todo, ya sabéis lo que dicen: un minuto en tu paladar, toda una vida en las caderas, o algo parecido.
Para quienes no tenemos un metabolismo de esos que lo queman todo cuan hogueras de San Juan, se agradece poder disfrutar de algo rico sin que la vocecilla sabihonda que vive en nuestro interior nos recuerde lo nuestro. Que ya lo sabemos, hombre, un poquito de piedad...
Con una filosofía que resume la perorata que os he soltado en los dos primeros párrafos: placer sin remordimiento, un grupo de bloggers gastronómicos fuimos invitados a probar un producto que se está introduciendo en España de la mano de Ö!mygood, una joven empresa que tiene en el Frozen Yogurt su punto fuerte, dirigida por Ana Pico y con Javier Aparicio como chef.
Querían que supiéramos qué es el Frozen Yogurt, de dónde viene y por qué un buen día decidieron traer este producto a España. Ana Pico, nos contó que fue en un viaje privado a Nueva York delante de una copa de yogur helado, cuando junto a su pareja vio claro el potencial del producto y comenzaron a pensar en este proyecto.
En Ö!mygood elaboran el Frozen Yogurt según una receta propia, es básicamente yogur helado. Las características del producto hacen que se distancie de los helados tradiconales en algunos puntos, contando con muchas menos calorías que estos, pero también con un menor tiempo de conservación a temperatura ambiente, algo que hay que tener en cuenta a la ahora de transportarlo a casa.
El yogur helado, libre de gluten, es la estrella de la casa y se acompaña de 18 toppings entre los que hay cereales, good sweets y también frutas. Pero además se pueden tomar zumos naturales (smoothies) con base de yogur, leche de soja o agua, así como cafés, tés y algunas piezas de pastelería.
Probamos dieciocho bocados, de ellos once con base de Frozen yogurt, cuatro smoothies y tres a base de café o té. La sensación del yogur helado en la boca es similar a la del helado tradicional, aunque más cremoso y suelto que este, sin rastro de cristalizado, y con la ventaja de que aún helado, se disuelve en la boca con menos dificultad que los helados convencionales.
Los toppings y good sweets (siropes y pulverizados) acompañan a la base de yogur de manera irregular, algo que va en gustos, pero personalmente me gustaron más los toppings pequeños y los good Sweets, que se mezclan totalmente con el yogur dando un sabor homogéneo al bocado. Los toppings grandes, (galletas, obleas de chocolate...) obligan a degustar sólidos y helado por separado pero como ya os he comentado, depende del gusto de cada uno, no dejan de ser unas buenas combinaciones.
En la ficha de cata fuimos puntuando cada bocado, y al final fue el Frozen Yogurt con semillas de soja caramelizadas, piña y té matcha el que más nos gustó a todos los allí reunidos.
Los smoothies, o zumos, son otra buena referencia y se nota la presencia de fruta fresca en su composición. De una textura consistente, mezclan sabores que resultan reconocibles, como en la mezcla de melón, té matcha verde y menta, que a servidora, que es de la liga anti-melón, sin embargo le gustó por su fino equilibrio entre sabores.
De entre las tres bebidas a base de café o té, fue el frappémacchiato el que más me gustó, una mezcla bien fría con buen sabor a café.
El local está decorado a conciencia, dando importancia a la iluminación y cuenta con una recoleta zona de sofás al fondo. También se puede llevar a casa, pues cuentan con envases adecuados y sirven por separado los ingredientes escogidos, para tras unos minutos en el congelador, poder consumirlo en el hogar.
Ö!MYGOOD
C/ Sagasta, 32- Madrid Horario: de 9:00 a 22:00 y viernes y sábados hasta las 01.00 A partir de 2,40 euros
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