Ni posos de café ni cáscara de huevo: si echas las sobras de comida a tus plantas las podrías estar matando

Ni posos de café ni cáscara de huevo: si echas las sobras de comida a tus plantas las podrías estar matando
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El mundo se divide entre los que presumen de plantas frondosas, preciosas y lustrosas en casa, y a los que se les muere incluso un cactus a los tres días. Se nos olvida que las plantas domésticas también son seres vivos y exigen unos cuidados con los que a veces nos pasamos de frenada. Porque, en contra de lo que se suele creer, alimentarlas con sobras de comida es muy mala idea.

Son recurrentes esos viejos trucos de la abuela, remedios caseros heredados de familia o que nos cuentan incluso en la floristería o vivero de donde salimos con nuestra ilusión a llenar nuestra casa de la vivacidad de plantas y flores. También como idea ecológica de aprovechamiento y sostenibilidad, apelando a lo supuestamente "natural". Pero no todo lo natural es bueno, ni para la propia naturaleza.

Ni los posos del café, ni la piel de las frutas ni la cáscara de huevo: olvídate de echar todas estas sobras a tus maceta, jardineras o huerto. No solo no sirve de nada, podrías estar incluso dañando a las plantas, matándolas poco a poco o provocando el desarrollo de hongos, bacterias e insectos.

Por qué los alimentos humanos no nutren a las plantas

No existe ninguna evidencia científica que demuestre el mínimo beneficio de algo como los posos del café o la cáscara de huevo en la tierra de una planta. Y no resulta inocuo, por lo que tampoco es recomendable la idea de "bueno, como tampoco me cuesta nada echarlo, igual algo sí hace". El remedio puede ser peor que la enfermedad.

Plantas2

Estos mitos recurrentes se basan en la idea de que los alimentos que nosotros ingerimos tienen vitaminas y minerales que también las plantas pueden aprovechar. El problema es que las plantas no tienen un sistema digestivo como el nuestro, ni las mismas exigencias nutricionales.

Lo ha explicado en más de una ocasión Eduardo Barba, investigador botánico y jardinero experto en su sección Meterse en un jardín del programa radiofónico conducido por Angels Barceló Hoy por Hoy. Las plantas necesitan que los nutrientes sean previamente descompuestos, pues no son capaces de absorber directamente la materia orgánica. Es decir, sí podemos hacer compost con las sobras orgánicas de la comida, y una vez descompuestas gracias a la acción de microorganismos, sí podemos usarlo como abono natural.

Mitos de remedios caseros para las plantas que pueden dañarlas

Además de no servir para nada, Barba comenta algunos de los remedios más populares que pueden afectar negativamente a la salud de nuestras plantas y huertos.

Huevos
  • Posos de café. La cafeína es un estimulante que puede dañar a la salud de las plantas. También suele acumular humedad en la tierra cuando echamos los posos directamente desde la cafetera, generando hongos o atrayendo microorganismos.

  • Canela. Se cree que sirve para combatir los hongos, echándola pulverizada en polvo o disuelta con agua, en las raíces o las hojas, pero no tiene ningún efecto fungicida; los hongos terminarán por desarrollarse sin problemas.

  • Cáscara de huevo. Es rica en minerales, pero no se descompone, ni tiene calcio que puedan aprovechar las plantas, ni siquiera triturada. A menudo conservan restos minúsculos de huevo que podría generar pudrición o atraer insectos o bacterias.

  • Agua de cocer verduras, caldos y zumos. Por mucho que tengan vitaminas y minerales, no tienen ningún beneficio para las plantas. Si además tienen sal u otros aditivos, por muy poca que sea, puede matar a la planta. Y habitualmente provocan pudrición de las raíces y un exceso de humedad en la tierra.

Compost

Si nuestra planta tiene falta de nutrientes, hay que acudir a abonos orgánicos específicos; cuando el problema es un hongo, la solución son los fungicidas. Las plagas de insectos como mosca blanca, pulgones o arañas exigen tratamientos específicos, así como las enfermedades concretas de cada planta. Ante la duda, lo mejor es acudir a un profesional.

Las sobras de comida, al contenedor correspondiente de desechos orgánicos, salvo que tengamos espacio en el jardín o terraza para producir nuestro compost. Hay que reconocer que lo de tirar los restos de alimentos a las macetas es, además, un poco guarrete.

Fotos | Freepik - rawpixel
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