Para recuperar el brillo de los suelos solo necesitas volver al truco de las abuelas

Lejos de los productos específicos, esta solución es estupenda para prescindir de productos específicos

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Recuperar el brillo de los suelos es una de esas tareas domésticas que parecen simples hasta que, después de frotar y frotar, el resultado sigue siendo mate y lejos de lo esperado. Productos químicos, ceras especializadas, mopas mágicas… la industria de la limpieza pone a nuestra disposición un arsenal de opciones.

Ahora bien, hay quien avisa de que la clave siempre estuvo en la despensa de la abuela y no nos habíamos dado cuenta. En tiempos donde lo natural y sostenible gana terreno, una mezcla sencilla se presenta como la solución definitiva.

Los suelos, especialmente los de madera, mármol o cerámica, tienden a perder su lustre con el paso del tiempo debido al desgaste y la acumulación de residuos de productos de limpieza convencionales.

Ahora bien, en lugar de devolverles la vida, muchas veces estos productos forman una película opaca que termina siendo más un problema que una solución. Y aquí es donde entra en juego la vieja sabiduría popular: menos es más cuando se trata de limpieza efectiva.

Entre los remedios caseros que han pasado de generación en generación, hay una fórmula que destaca por su eficacia y simplicidad: vinagre y jabón neutro. Dos ingredientes que probablemente están en tu casa y que, combinados en las proporciones correctas, logran un resultado sorprendente sin necesidad de recurrir a soluciones costosas o contaminantes.

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Disolución de la grasa

El vinagre blanco, además de ayudar a eliminar la suciedad, disuelve la grasa y devuelve el brillo a superficies apagadas. Su acidez ligera ayuda a eliminar restos de productos acumulados, mientras que el jabón neutro aporta la limpieza necesaria sin dañar el acabado del suelo.

Para preparar la mezcla, basta con añadir medio vaso de vinagre blanco y una cucharada de jabón neutro en un cubo con cinco litros de agua tibia (con una cantidad variable según la extensión de la cocina).

Es importante no excederse con el vinagre, ya que en exceso podría deteriorar ciertas superficies, especialmente las de piedra natural como el mármol. Una mopa bien escurrida y movimientos suaves serán suficientes para notar la diferencia tras unas pocas pasadas.

Foto | Polina Tankilevitch

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