El jamón ibérico de calidad es un producto que me encanta y por eso me ha encantado descubrir un nuevo e innovador packaging para el jamón ibérico: el frasco de jamón que permite disfrutar de tan delicioso ingrediente simplemente abriendo el bote como si destapásemos un frasco de mayonesa o de mermelada.
En general, siempre que he comido jamón de calidad, lo he cortado personalmente de un jamón entero, o bien lo he comprado en el supermercado pidiendo que me lo corten para llevar. Otras veces compro un paquete de jamón envasado al vacío en sobres de plástico, pero en ese tipo de sobres siempre encuentro algunos inconvenientes que con este frasco parecen solucionados, como ahora os contaré.
Los sobres de plástico
El jamón ibérico cortado a cuchillo es una delicia, pero ¿qué ocurre cuando compramos sobres envasados al vacío? En general por motivos de la presión que se origina como consecuencia del envase al vacío, las lonchas se quedan pegadas al plástico.
De ahí se derivan tres problemas. En primer lugar, parte de la grasa del jamón se suele quedar en el plástico, lo cual es una pena porque esta grasa saludable es la responsable de una buena parte del sabor. En segundo lugar, hay veces que el jamón envasado en sobres de plástico tiene cierta transferencia y se nota ligeramente un leve sabor a plástico, nada agradable cuando compramos un producto caro como el jamón ibérico cortado a cuchillo.
En tercer lugar, -y es lo más importante e incómodo-, es que a veces cuesta mucho trabajo sacar las lonchas de jamón del plástico donde se quedan pegadas y al separarlas unas de otras, muchas veces se desgarran y no salen enteras.
El envase de jamón ibérico en frasco
Lo bueno que tiene este sistema de envasado es que las lonchas, una vez cortadas a cuchillo se pesan y apilan, siendo introducidas en los frascos que también se cierran al vacío. En este envase, el jamón no sufre tanta presión por lo que no pierde apenas grasa -en su caso solo afectaría a las lonchas exteriores- ni toma sabor ninguno del frasco de vidrio.
Además, al abrir el bote, las lonchas se despegan perfectamente unas de otras facilitando su emplatado en los clásicos platos de ración de jamón, por lo que resultan más cómodos que los envases o sobres de plástico. El aroma también se conserva sin ser afectado como en los sobres o blister habituales.
Además, si es que sobra un poco de jamón, para la ración que no se consuma en el momento, se puede cerrar el frasco y estará en buen estado uno o dos días más sin oxidarse ni resecarse.
Precios y presentaciones
Aún no he visto en los comercios este tipo de envase o packaging para el jamón ibérico y hasta ahora, solamente he encontrado una empresa que lo comercialice, -Ibéricos Luis Bravo- que además, según nos informó el dueño de dicha empresa, ha realizado el registro de esta idea como modelo de utilidad en la Oficina Española de Patentes y Marcas, con el objetivo de proteger esta innovación.
La idea resulta práctica, además de novedosa y permite una buena dosificación de las cantidades, tanto para los particulares como para la hostelería, ya que cada frasco contiene exactamente 100 g de jamón ibérico cortado a cuchillo. Este producto está listo para emplatar y consumir tras esperar unos diez minutos después de abrir el frasco, para conseguir que el jamón "respire" y quede en su punto.
Por lo que comentaron, estos frascos con jamón ibérico de Guijuelo de 100 g no tendrán un coste superior a la misma cantidad de jamón en envase de plástico, aunque esperaremos a verlos en el mercado. Lo bueno es que se puede envasar el jamón de la maza, la contramaza o la babilla separado en distintos frascos para que cada consumidor compre de la zona que más le guste.
En todo caso el nuevo e innovador packaging para el jamón ibérico me parece una buena idea, que ojalá se asiente en el sector para que nos permita a todos consumir un producto que nos gusta tanto en las mejores condiciones para su disfrute.
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