Vivimos en una época excepcional en cuanto a la variedad de productos gastronómicos que tenemos disponibles. Además, cada vez se promueve más una alimentación saludable y son más accesibles alimentos alternativos para cualquier restricción o elección nutricional, pero parece que tanta libertad y ciertas modas no gustan a todo el mundo. En Estados Unidos se ha desatado una verdadera guerra entre la industria del huevo y la llamada “falsa mayonesa”, un producto vegano muy popular que incluso ha llevado al gobierno presuntamente a intervenir de forma ilícita.
Es habitual que los países lancen campañas de promoción de ciertos productos y alimentos entre la población, tanto como apoyo a los productores como para incentivar hábitos saludables. Nuestro Ministerio también lo hace a través de diversas iniciativas, del mismo modo que es algo normal en Estados Unidos. Lo que resulta preocupante es que el propio gobierno ayude a ciertos sectores de la industria con tácticas cuestionables que atacan claramente a los competidores, como ha ocurrido con la conocida veganesa.
'Just Mayo', ¿una amenaza a la industria del huevo?
Esta guerra o conspiración del huevo lleva cociéndose ya desde hace unos años, cuando Just Mayo aterrizó en los comercios de Estados Unidos y empezó a hacerse tremendamente popular. Se trata de una alternativa a la mayonesa, un producto elaborado sin huevo que pretende ser el sustituto ideal de la famosa salsa para veganos, intolerantes y alérgicos al huevo, o simplemente para quienes buscan cuidar un poco su colesterol.
Esta veganesa es la estrella del catálogo de Hampton Creek Foods, una joven compañía de San Francisco que ha ido creciendo rápidamente desde su creación en 2011. Lanzaron su producto promoviendo una alternativa más sostenible y libre de crueldad con los animales, con una buen receta y apostando por llegar a todo tipo de consumidores, no sólo a vegetarianos y veganos, y esa ha sido la clave de su éxito.
Los estadounidenses son grandes aficionados a las salsas, tanto para mojar aperitivos como para preparar sándwiches. La mayonesa es una de las más populares y por eso no es de extrañar que una marca fresca y amiga del medio ambiente como Hampton Creek se haya ganado tan rápidamente el favor del público, especialmente si tiene buen sabor. Just Mayo no se vende sólo en tiendas especializadas sino que ha llegado a los estantes de grandes cadenas de alimentación, aunque sigue siendo una compañía pequeña.
La industria del huevo mueve millones de dólares en Estados Unidos pero cada vez la gente es más consciente del mal trato que se da a las gallinas y lo perjudicial que resulta para el medio ambiente. La producción en masa supone un enorme gasto de energía, contamina mucho y aumenta los costes finales de los productos elaborados con huevos. Ahora bien, ¿puede una empresa pequeña como Hampton Creek amenazar de verdad a gigantes de la alimentación?
El gigante se molesta
Cuando Just Mayo empezó a ganar repercusión mediática y su presencia en las tiendas era cada vez más patente, el principal fabricante de mayonesa de Estados Unidos se sintió amenazado. A finales de 2014 Unilever decidió recurrir a abogados en lugar de apostar por renovar su propia imagen o sus productos ante los primeros síntomas de pérdida de ventas. Su estrategia se basó en acusar al competidor de crear falsas expectativas en el público al vender un producto que supuestamente se presentaba como mayonesa, cuando en realidad no podía serlo.
Los propietarios de Hellmann's denunciaron a Hampton Creek Foods supuestamente por deslealtad empresarial y por hacer publicidad engañosa. Acusaban a sus responsables de que engañaban al consumidor con Just Mayo porque en realidad su salsa no contiene huevo, y por tanto no sería una mayonesa de verdad. Pero esa es precisamente la clave de la veganesa, y no sólo no lo esconden sino que basan toda su promoción en ello. Tras unas semanas de polémica y sometidos a diversas presiones, retiraron la demanda.
El Departamento de Agricultura entra en juego
Gracias a una petición de la Freedom of Information Act -FOIA, Ley por la Libertad de la Información–, acaban de salir a la luz documentos que implican a miembros del gobierno federal en una conspiración para atacar a Hampton Creek y su Just Mayo en beneficio de la industria americana del huevo. Según estas fuentes, el Departamento de Agricultura habría cometido acciones ilegales a través de la American Egg Board, un organismo dependiente creado para la promoción del consumo de huevos entre la población.
Como comentábamos al principio, el problema no está en que el gobierno destine fondos públicos para promover determinados alimentos o productos, pero es ilegal influenciar con estas campañas a las propias políticas gubernamentales o atacar directamente a supuestos competidores del producto que se promociona. Y eso es precisamente lo que se ha estado haciendo, tal y como sugieren los correos intercambiados por miembros del gobierno, de la junta y diversos empresarios.
Tácticas más que cuestionables
En dichos correos se lee claramente cómo se considera que el éxito de la mayonesa vegana supone una “seria amenaza” y una “crisis” para el futuro de la industria del huevo. “¿Qué vamos a hacer respecto a este producto?”, pregunta la CEO de la American Egg Board. Desde el ministerio se sugirió solicitar a la la FDA - Food and Drug Administration, Agencia de Alimentos y Medicamentos- que cambiara las etiquetas y publicidad de Just Mayo. La agencia envió un aviso a Hampton Creek sobre el uso indebido de la imagen del huevo o sobre afirmaciones en tema de salud.
La correspondencia publicada también ha destapado conversaciones con Whole Foods, una de las cadenas de venta de productos frescos y supuestamente más naturales y sanos más grandes de Estados Unidos. Desde la industria del huevo sugerían que eliminaran la Just Mayo de sus tiendas, y los correos sugieren que podían haber recompensas económicas implicadas en caso de cumplirlo. Whole Foods no ha hecho declaraciones al respecto y sigue ofertando la veganesa en sus locales.
¿Manipulando a blogueros?
Los empresarios saben que hoy en día las redes juegan un papel fundamental en la opinión del público, con blogueros, influencers y demás figuras cotidianas que se han convertido en líderes de internet, con una enorme audiencia virtual que toma muy en serio sus recomendaciones. También ocurre en nuestro país y las marcas saben que pueden ser una herramienta muy jugosa en las campañas promocionales, pero nunca se debe caer en la manipulación o el engaño.
De este modo, a principios de 2014 el Departamento de Agricultura aprobó llevar a cabo una campaña de promoción del huevo entre blogs y otros medios digitales. La idea era implicar los bloggers en la promoción de supuestos hábitos saludables, pero al parecer todo formaba parte de la misma estrategia y cayeron en la manipulación. En el fondo se trataba de mensajes que tenían que avisar de estar promocionados por la industria del huevo, pero no fue así. En otros casos sí se avisaba de la promoción, pero con un pago de varios miles de dólares de por medio hay que cuestionarse si realmente era una opinión independiente.
La campaña por la promoción del consumo de huevos en Estados Unidos se ha convertido en una auténtica guerra que entra en terrenos conspiranoicos al enfrentar a la industria con una pequeña empresa alternativa. Los fabricantes de huevos no quieren que una “falsa mayonesa” vegana afecte a sus beneficios millonarios y parece que han conseguido implicar al propio gobierno en su estrategia por acabar con el rival. Michele Simon, abogada activista especializada en temas de la industria alimentaria, afirma que esta vez se han cometido actos ilegales, y todavía están por verse las consecuencias.
Imágenes | Hampton Creek, Pixabay
Vía | Quartz
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