Podemos unirnos a las celebraciones de fiestas como San Valentín de muchas maneras. Como siempre digo, son ocasiones ideales para jugar un poco en la cocina, y este día es una buena excusa para dejar salir nuestro lado más tierno. Con esta idea sencilla podemos dar un toque romántico a un vaso de leche para San Valentín.
Y es que no hace falta complicarse mucho para unirse al Día de los Enamorados. Claro que el amor y el cariño hay que mantenerlos todo el año, pero tampoco es mala idea dedicar la festividad de San Valentín para preparar algo diferente. Una simple tarde tranquila en casa puede ser una velada especial, por ejemplo preparando algún dulce casero para compartirlo con un vaso de leche romántico delante de una buena película.
Materiales necesarios
- 1 molde para bombones o cubitos con forma de corazones, mejor si es de silicona, 1/2 vaso de leche o bebida vegetal al gusto, colorante rojo comestible, leche extra para servir, azúcar o azúcar vainillado opcional.
Cómo hacer cubitos corazón para San Valentín
Colocar el vaso de leche en un recipiente que sea fácil de verter, como una jarrita. Añadir colorante rojo poco a poco, mezclando bien con una cuchara o unas varillas para disolverlo. Echar más colorante al gusto, hasta que tenga un bonito color rojo pasión.
Preparar el molde con formas de corazón, lavándolo y secándolo bien antes si se va a estrenar en esta ocasión. Verter con suavidad la leche teñida, llenando todas las cavidades. Llevar con cuidado el molde al congelador, procurando dejarlo recto. Esperar al menos una hora antes de sacar.
Repartir los vasos de leche que se vayan a servir, con un poco de azúcar, azúcar vainillado o edulcorante al gusto, si se es especialmente goloso. Desmoldar los cubitos cuando estén bien firmes y repartir 2-3 en cada vaso, con cuidado de no mancharnos.
Los corazones se irán derritiendo lentamente, tiñendo poco a poco los vasos de leche de un romántico tono rosado primero, y rojo pasional al final, sin dejar ningún rastro de sabor. Si los acompañamos de algún dulce o postre casero, como los que tenemos en Directo al Paladar - yo apostaría por algo con chocolate -, tendremos una merienda de San Valentín sencilla pero muy romántica.
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