Hace más de un año se conoció la recomendación en Reino Unido de añadir ácido fólico al pan para reducir las posibles malformaciones en los bebés, como la espina bífida, este procedimiento fue aprobado por la Agencia de Estándares Alimentarios del Reino Unido. Se consideraba importante porque además de contribuir a evitar posibles problemas de salud en los niños, era un trabajo a desarrollar en otros campos, es decir, enriquecer alimentos básicos como el pan con sustancias que beneficien la salud sin necesidad de recurrir a ciertos suplementos.
Pero un estudio británico realizado por científicos del Instituto de Investigación de los Alimentos, alerta sobre los riesgos que puede provocar en la salud la adición de ácido fólico en el pan.
Afirman que con dosis de la mitad de la cantidad que se propone para el enriquecimiento en el Reino Unido, se puede saturar el hígado y un hígado saturado de ácido fólico expulsa el excedente a la sangre sin digerir (antes se pensaba que se descomponía en el estómago), afectando a la salud de las personas menos sanas, con leucemia, artritis, mujeres con embarazos ectópicos, personas con antecedentes de cáncer intestinal, etc. Los efectos sobre la salud de la saturación de ácido fólico se apreciarían pasados unos veinte años. Según la doctora Sian Astley, del Instituto de Investigación de los Alimentos, este suplemento también puede aumentar las posibilidades de embarazo múltiple en tratamientos de fecundación in vitro, con todos los riesgos que esto supone tanto para la futura mamá como para los bebés.
También dan datos sobre la reducción de bebés con defectos del tubo neural en Estados Unidos gracias a la incorporación de ácido fólico en la harina desde 1996, nada menos que un 20%, pero lo que hay que procurar es no recibir una dosis extra de este suplemento sintético.
Veremos cuál es la respuesta.
Vía | Nutra Más información | Institute of Food Research