Desde hace unos años es frecuente encontrar modelos de bisutería, joyas y otros accesorios de belleza inspirados en la comida, sobre todo en postres, pasteles y galletas. La cocina está de moda, nunca mejor dicho, y ya no nos resulta ran raro ver a una persona adornando su atuendo con reproducciones de caramelos o tartas. Pero los diseños de Neckcandy, collares inspirados en dulces hechos a mano, destacan como una propuesta diferente.
Y es que tengo que admitir que, por mucho que me gusten los modelos en miniatura de comidas, en ocasiones se puede rozar lo ridículo o lo hortera si no se tiene cuidado con lo que se luce. Por eso me han gustado tanto los collares realizados por el equipo de Tasty Circus, ya que han sabido inspirarse en la comida para crear bonitos modelos con muy buen gusto.
La colección está formada, de momento, por siete modelos diferentes de collares de cuentas. Cada uno está basado en una comida o producto distinto, de tal forma que no reproducen directamente dicha comida sino que es una inspiración de ella, dando un resultado original y elegante. Café con nata, tren de wasabi, helado de chocolate y menta, sushi de salmón, caja de macarons, granizado de limón y sandía son los modelos actualmente a la venta, con un precio de entre unos 25 y 30 euros al cambio.
Cada collar está realizado a mano de forma totalmente artesanal. Están formados por cuentas de arcilla polimérica de acabado mate en forma de anillo o de esferas, insertadas en cordón de cáñamo ajustable. Cada modelo recoge una combinación de colores que imitan cada comida, con un resultado armónico que evocan sensaciones dulces y cremosas. Neckcandy ofrece por tanto una manera original de lucir tu pasión por el dulce sin perder la elegancia.
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