Italia atesora muchas recetas tradicionales poco conocidas, repartidas por todas sus regiones y casi siempre asociadas a épocas o festividades concretas. Tan humilde y sencillo como esponjoso y sabroso, este bizcocho italiano o torta pasqualina lo tiene todo para ganarse un hueco en cualquier recetario.
Originalmente es típico de Semana Santa pero cualquier excusa es buena para preparar un bizcocho sin pretensiones como este. Es muy rápido de elaborar y permite jugar con la decoración, más festiva o creativa, o que podemos incluso coronar con frutas.
Precalentar el horno a 190ºC y engrasar un molde de tarta bajo y redondo. Derretir la mantequilla y dejar enfriar ligeramente. Colocar el azúcar en un recipiente y añadir los huevos. Batir con unas varillas hasta que empiece a quedar esponjoso.
Añadir la mantequilla derretida, la leche, la ralladura de limón y naranja, y batir un poco más. Incorporar la harina con la levadura química y la sal, y mezclar bien con una cuchara grande o una espátula, procurando que no queden grumos.
Llenar el molde, igualando la superficie, y decorar con un poco de azúcar perlado y decoraciones de colores, al gusto. Hornear durante unos 30 minutos, hasta que se haya dorado. Dejar enfriar completamente antes de servir.
Con qué acompañar el bizcocho italiano
Este bizcocho italiano de Pascua o torta pasqualina es una especie de bizcocho ideal para desayunos y meriendas, pues no resulta excesivamente dulce. Podemos servirla con azúcar glasé tamizado o acompañarla de alguna salsa de frutas de temporada, incluso compota o mermelada. Delicioso para mojar en el café o con una taza de té.