La crème fraîche es un ingrediente de origen francés de suave sabor a nuez y ligeramente ácido, que unido a la ralladura de limón que le añadimos, hace que el resultado de esta receta sea un helado fresco, y que parezca en su sabor a una mousse de limón muy cremosa. En la actualidad es fácil encontrarla en cualquier supermercado en la sección de natas, pero si queréis hacerla casera, podéis seguir esta receta.
Es un helado de extremadamente sencillo de preparar. Además debido a la composición grasa de la crème fraîche resulta muy cremoso aún incluso haciéndolo sin máquina heladora, y podríamos también hacer polos con él.
Comenzaremos mezclando en un bol la leche y el azúcar removiendo con unas varillas hasta que se disuelva este último. Dejar reposar diez minutos la mezcla y volver a remover de nuevo.
Añadir la crème fraîche y la ralladura del limón e incorporar hasta que se mezclen todos los ingredientes y quede una mezcla suave. Ahora si tenemos heladera la pondremos a funcionar siguiendo las instrucciones.
En caso de no tenerla congelar la mezcla en un recipiente hermético durante una hora, saca del congelador y remover para deshacer los cristales. Repite esta operación tres veces más hasta que esté sólido.
Con qué acompañar el helado
Al no llevar huevo, este helado de crème fraîche y limón se conserva durante varias semanas en el congelador en perfecto estado, de todas formas con estos ingredientes no os saldrá gran cantidad por lo que os va a durar bien poco. No necesita más para disfrutarse, si acaso un crocanti de frutos secos, ralladura de limón o lima, o nata montada casera.
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