La repostería con calabaza hace tiempo que dejó de ser algo extraño en nuestro país, aunque lo más habitual es asociarla a los meses de otoño e incluso en invierno. Pero este fantástico vegetal nos puede dar mucho juego durante todo el año, y es que hay vida más allá de la típica tarta de calabaza estadounidense. Esta receta de bizcocho de calabaza, además, es muy socorrida, pues no tenemos que asar o cocer la calabaza previamente para su elaboración.
En mi casa me llaman la loca de las calabazas porque es rara la semana en la que no cocine algo con ellas. En dulces me vuelve loca, ya sea para hacer un bizcocho, galletas, muffins o una tarta de queso y calabaza. El bizcocho de hoy sigue una receta de Jul's Kitchen en la que se añade la calabaza en crudo a la masa, proporcionando un sabor diferente, con una miga muy jugosa y ligera.
Si tienes la mezcla de especias pumpkin pie spice, puedes añadirla para darle aún más aroma a otoño, y si te sobra hortaliza y no quieres tener sobredosis de dulce, no dudes en preparar una crema de calabaza.
Precalentar el horno a 180ºC. Derretir la mantequilla y reservar. Engrasar un molde redondo con mantequilla y espolvorear harina por encima. Dar unos golpes boca abajo para desechar la harina sobrante.
La calabaza se puede rallar a mano, aunque es mucho más rápido picar la carne troceada con una picadora o procesador de alimentos. Mezclar bien con el yogur y reservar. Batir los huevos con el azúcar moreno usando una batidora de varillas hasta conseguir una mezcla densa y esponjosa. Añadir la mantequilla derretida con la vainilla y batir un poco más.
Incorporar la mezcla de calabaza con yogur y mezclar. Tamizar encima la harina con el almidón de maíz, la levadura, la sal y la canela. Trabajar toda la masa con una espátula o cuchara grande, siguiendo movimientos suaves y envolventes, hasta que no queden rastos secos.
Llenar el molde, distribuyendo bien la masa por toda la superficie, y hornear sobre rejilla durante unos 55-60 minutos. Si tenéis un horno muy potente y el molde es oscuro mejor bajar la temperatura a 175ºC pasada la primera media hora. Esperar unos minutos fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Decorar con azúcar glasé.
Con qué acompañar el bizcocho de calabaza
Este bizcocho de calabaza es una delicia para disfrutar en el desayuno, a la hora de la merienda o con el café de sobremesa. Puede ser un postre de lujo si lo acompañamos además con una salsa de vainilla, helado o simplemente nata montada y un poco de fruta fresca. Con el calor mejor guardarlo bien tapado en la nevera.
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