Terminado ya el jolgorio carnavalero toca pensar en las siguientes fiestas que, ahora sí, nos darán unos días de asueto a toda España. Antes de que llegue la Semana Santa entramos en periodo de Cuaresma, y aunque no seamos religiosos o practicantes, es siempre una buena fuente de inspiración para planificar nuestro menú semanal, y así recuperar platos muy tradicionales que nos encantan.
Esto implica nada de carne los viernes y dar la bienvenida a la gran temporada de bacalao, ya sea desalado o fresco, sin olvidarnos de las siempre agradecidas legumbres con sus potajes y guisos. Por el momento dejamos un poco de lado los dulces fritos antes de inaugurar la temporada de torrijas.
Ya que este fin de semana parece que además vuelve el invierno a reivindicarse en las últimas semanas de su calendario, no nos olvidamos de algunas cremas de verduras como recurso fácil y sano especialmente para las cenas, y apostamos por verduras de temporada que están a muy buen precio como las espinacas y las acelgas, que de tristes o sosas no tienen nada si se cocinan bien.
Lunes
- Comida. Hamburguesas de lentejas con una guarnición de quinoa con limón y cúrcuma.
- Cena. Espinacas de cuaresma.
Martes
- Comida. Gazpacho de mero de plato único acompañado de alioli.
- Cena. Crema de calabacín con quesitos.
Miércoles
- Comida. Salmorejo de Iznájar de primer plato y unas lentejas con acelgas.
- Cena. Acelgas a la extremeña, aprovechando las acelgas que nos hayan sobrado.
Jueves
- Comida. Tbeet de pollo y arroz.
- Cena. Sopa de tomillo o farigola.
Viernes
- Comida. Ensalada murciana de primer plato y un potaje de garbanzos.
- Cena. Sándwich de verduras a la parrilla con paté de aceitunas.
Sábado
- Comida. Arroz con patatas y bacalao.
- Cena. Langos húngaro con toppings de crème fraîche, queso, beicon o jamón al gusto.
Domingo
- Comida. Carpaccio de tomate y un principal de pollo asado al estilo italiano.
- Cena. Tortilla de espárragos verdes, almendras y queso manchego.