Para un tapeo, una comida fresca, apañar un aperitivo si vienen visitas inesperadas o una cena de picoteo cuando no hay ganas de cocinar, el tartar es un plato que siempre gusta si acertamos con la calidad de los ingredientes y hacemos el aliño a nuestro gusto. Cuando la carne cruda del steak tartar se te hace bola, las chacinas salen a la palestra.
Puedes hacerlo con fuet o con algún producto similar que tengas en casa, que sea de tu región o que simplemente te guste más, pero sí te recomendamos que no pierdas de vista esta receta de tartar de salchichón como idea para adaptarla a tu gusto siempre que lo necesites.
Como nos indica Pakus en sus instrucciones, es importante contar con un buen cuchillo afilado para picar sin problemas los ingredientes, siempre sin pasarnos demasiado que no queremos un puré pastoso, sino conservar cierta textura.
Con la base del tartar lista no tenemos más que picar sus ingredientes añadidos que añaden textura y sabor, como son los clásicos encurtidos, que además aquí enriquecemos con unas uvas pasas aromáticas tipo moscatel, opcionales. El aliño que cohesiona y remata el conjunto no es más que la clásica emulsión de mostaza, salsa Worcestershire o Perrins y yema de huevo, a la que agregamos un poco de mayonesa.
Si prefieres omitir el la yema cruda aumenta la cantidad de mayonesa comercial, más segura en términos de higiene alimentaria cuando suben las temperaturas, y decora con los aderezos que prefieras, sin sobrecargar de hierbas o brotes. Solo queda servir con un molde o aro de emplatar si quieres que luzca más elegante y devorar rápidamente con unas tostas de pan crujiente, colines o galletitas saladas.
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