Hoy vamos a cocinar un plato con éxito garantizado. Se trata del aneto: el primo jerezano del cachopo y el sanjacobo, que se elabora con pechuga de pollo, jamón y queso y que gusta por igual tanto a niños como a adultos.
Es un plato perfecto para compartir cortándolo en porciones, ya que, como todas las frituras, es bastante saciante. La tradición en Jerez de la Frontera es servirlo con una guarnición de salsa castellana, que complementa perfectamente los sabores y texturas de este plato.
Personalmente, cuando hago anetos en casa -y también cuando preparo cachopos-, me gusta preparar algunos más de los que vamos a comer para guardarlos en el congelador, listos para freír. Así los tengo disponibles para cuando llega una visita inesperada o para cuando una sobremesa se alarga hasta la hora de la cena.
Así puedo sacar rápidamente a la mesa un bocado delicioso, que solo me llevará el tiempo de freírlo -directamente del congelador- y con el que haré felices a todos los que me acompañen en ese momento. Cuando los probéis, entenderéis perfectamente por qué me gustan tanto.
Cortamos longitudinalmente las pechugas en dos mitades y después abrimos cada una como si fuera un libro para poder después cerrarlo cuando las hayamos rellenado. Salmpimentamos por dentro y rellenamos con una buena loncha de jamón serrano y queso cremoso abundante.
Sazonamos también por fuera y cerramos los libros, y los pasamos por huevo batido y por pan rallado. Dejamos reposar en la nevera durante 15 minutos para fiar el empanado y que no se nos abran cuando los vayamos a freír. Ponemos en una sartén abundante aceite de oliva virgen extra y lo calentamos bien sin que llegue a humear.
Freímos los filetes de pollo rellenos de jamón y queso hasta que queden bien dorados por ambas caras. Escurrimos y dejamos sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de grasa. Servimos con su guarnición a un lado y ponemos también un poco por encima.
Opcionalmente, podemos añadir un paso más, si tenemos preparada una salsa castellana. Habría que poner la salsa en una sartén y sobre ella, colocar los anetos de forma que se cuezan sobre ella, durante un par de minutos. Así el pollo empanado toma más sabor, aunque por otro lado, perderá parte del crujiente.
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Con qué acompañar los anetos
Aunque perfectamente podrías acompañar la receta de anetos jerezanos de pollo con una ración de patatas fritas o con un poco de arroz blanco, la tradición es servir estos filetes de pollo rellenos y empanados con una guarnición de salsa castellana de champiñones y bacon.
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