A la hora de pensar en platos festivos no hace falta que nos decantemos siempre por los productos más caros del mercado, como suele ser el típico marisco.
Seguro que hay ingredientes que solemos usar poco en nuestra cocina a los que podemos dar un toque especial, como estas codornices en salsa de mandarina y miel.
La codorniz es una carne muy magra ideal para servir como segundo plato en un menú copioso, al ser una ración pequeña y muy vistosa presentándose la pieza entera. Para la salsa me inspiré en una receta de Sonia, con un sabor cítrico y dulce que acompaña de maravilla a las codornices.
Lavar y pelar las mandarinas. Retirar toda la parte blanca de la piel que podamos y picar en juliana fina. Poner en un cazo con un dedo de agua, hervir y colar. Repetir la operación. Colocar de nuevo las pieles en una cazuela con la miel y una pizquita de sal. Calentar a fuego medio 2 minutos.
Añadir el caldo, el vino y el zumo de una de las mandarinas. Incorporar las cebollitas troceadas en cuartos, dar un golpe de pimienta y cocer a fuego lento 15 minutos. Pelar mientras los gajos de la mandarina restante. Agregar a la salsa. Desleír la maizena en agua fría y agregar para espesar.
Atar las patitas de las codornices, salpimentar y cocinarlas con un poco de aceite de oliva en una sartén o a la plancha, hasta que estén bien doradas por todos lados. Servir con la salsa caliente al gusto.
Con qué acompañar las codornices en salsa
El bonito color de este plato de codornices en salsa de mandarina y miel es perfecto para una cena festiva. Dependiendo del tamaño de la ración que queramos servir, en función de lo abundante que sea el resto del menú, podemos disponer 1 o 2 codornices por persona. Si sobra salsa, recomiendo guardarla para acompañar pescados o incluso verduras. Un sencillo arroz blanco, cuscús o puré de patatas será una guarnición perfecta.
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