Muchos estarán ya hartos del verano y soñando con la cocina reconfortante de otoño, pero mucho nos tememos que aún quedan semanas de temperaturas altas o, al menos, lo suficientemente cálidas como para sacar los abrigos. Y es la mejor época para disfrutar de verdad de la cocina fresca, cuando el calor insufrible no mata todos los sabores y se puede comer en la terraza o jardín.
Por eso nos encanta dejar para estos días platos tan socorridos como el tronco de patata, un pastel frío súper fácil, versátil, agradecido y riquísimo, que puede dar de comer a un regimiento en caso de necesidad.
No es más que un brazo de gitano en versión salada, pero dándole a la patata el protagonismo que tiene el pan de molde habitualmente en estas preparaciones. Sí, sabe un poco a ensaladilla rusa, para qué nos vamos a engañar, y es que nos encanta la combinación de puré de patatas, atún o bonito en conserva, huevo y mayonesa.
Puedes agregar muchos otros ingredientes al relleno, mejor si no tenemos que cocinar más y simplemente podemos recurrir a conservas y latas: aceitunas, picadillo de variantes, pepinillos, cebollitas en vinagre, pimientos del piquillo, maíz, anchoas, espárragos blancos... Tampoco hay que pasarse con la mezcla, pero te haces una idea de las posibilidades.
Si te apetece, hasta puedes cambiar la mayonesa por salsa rosa, o atreverte con otra versión más exótica como la mayonesa de curry. Lo dicho, un plato para repetir todo el año, en familia o con invitados.
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