Es indiscutible que uno de los grandes básicos de la cocina es el picatoste o crouton. Esta sencilla, pero sublime, elaboración consiste en "una rebanada de pan tostada con manteca o frita", tal y como lo define la RAE. La manera original de cocinar croutons o picatostes ya os la contamos hace un tiempo, pero hoy vengo con la versión más ligera.
Para ello he usado mi freidora de aire y he alucinado con lo poquísimo que he tardado en tener listos mis picatostes y con lo bien que han quedado. Dorados por fuera, secos y crujientes por dentro. Ideales para acompañar cremas y sopas, que con estos fríos apetecen a diario, así como para añadir a ensaladas.
Yo he optado por no usar ningún tipo de grasa y es que creo que no la necesitan. Aunque si eres amante del punto de sabor que aporta, siempre puedes pulverizar los dados de pan con un poco de aceite o darles más sabor con hierbas secas, ajo molido y otras especias. Esta es la fórmula más básica de picatoste que existe. A partir de ella, las versiones son tantas como tu imaginación te permita.
Cortamos cada rebanada de pan en tiras y, después, en dados de un centímetro, aproximadamente, o del tamaño deseado. Los colocamos en la cesta de la freidora de aire, repartiéndolos bien por toda la superficie. Que no se monten unos sobre otros. Programamos la freidora de aire a 165ºC durante 4 minutos.
Aunque no es necesario, a mitad de tiempo podemos sacar la cesta y remover los picatostes. Así también comprobamos cómo van y podemos ajustar el tiempo y la temperatura en función de lo que veamos. Una vez listos dejamos que se enfríen por completo antes de retirarlos y usar. Los que sobren se pueden guardar en un recipiente hermético, en un lugar seco. Duran muchos días en buen estado.
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Con qué acompañar los picatostes o croutons
Los picatostes o croutons no se acompañan con nada. Es más bien al revés, es decir, que son ellos los que acompañan otras elaboraciones como cremas, sopas o ensaladas. Aunque están tan ricos y son tan crujientes que dan ganas de comérselos tal cual y por sí solos, de una sentada. Aguantan días en perfecto estado si los guardas en un recipiente hermético y en un lugar seco.
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