Algunos llevaban tiempo pidiendo cierta renovación culinaria en el madrileño restaurante de alta cocina clásica internacional Zalacaín, y aunque a mí me parecía un disparate (anda que no hay oferta de restaurantes modernos), los que rigen el restaurante más prestigioso de la capital han encontrado la fórmula ideal para contentarnos en cierta medida a "renovadores" y "conservadores".
In-Zalacain es la solución propuesta, un nuevo espacio para eventos sociales, empresariales y privados donde además de una cuidada cocina avalada por la casa madre se puede disfrutar de una ambiciosa oferta ligada al arte. El objetivo es fusionar con gusto la gastronomía y el arte confundiéndolos, adornando las paredes y exponiendo cuadros de prestigiosos artistas más o menos actuales, dar salida al trabajo de nuevos creadores y al mismo tiempo elaborar una cocina inspirada en estas obras de arte.
Entre otras cosas, podemos encontrar menús inspirados en Dalí, Picasso, Juan Gris o Tapies llenos de platos sugerentes a los que supongo algún amante del arte más avezado que yo sabrá sacarle partido y, sobre todo, la relación entre el artista y las craciones gastronómicas.
Yo no sé a vosotros, pero a mí me han dado ganas de que se case algún amigo rico (si los tuviera) para sugerirle el lugar de la celebración...
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