Quizá resulte complicado o, al menos, extraño, catalogar de mochilero al escritor gallego Camilo José Cela, el último premio nobel de Literatura de origen español, si se excluyera al nacionalizado Vargas Llosa.
Lo que sí es cierto es que Cela fue, además, uno de los primeros escritores patrios en hacer gala de ese afán viajero, retratando buena parte de los usos y costumbres de nuestro país en algunas de sus obras.
Archifamoso es Viaje a la Alcarria, uno de sus grandes trabajos antes de entregarse al tremendismo con el que se le conocería más adelante como sucede con La familia de Pascual Duarte o Los Santos Inocentes.
Lo que no tanta gente conoce es que hay obras de la primera época del escritor gallego, como la titulada Judíos, moros y cristianos, que es todo un glosario de viajes por España donde Cela deja una frase para el recuerdo y de donde citamos la frase con la que abrimos el reportaje.
"Al pie de los Galayos, Guisando es quizás el pueblecito de más bellas vistas de toda España", comentaba sobre esta pequeña localidad en el sur de la provincia de Ávila, con hoy apenas 450 habitantes censados, y que se engarza en la cara sur de la Sierra de Gredos, formando parte así del Parque Regional de la Sierra de Gredos.
De casas encaladas y construcciones en piedras, Guisando es un mirador perpetuo en cualquiera de sus horizontes. Si se ve desde la carretera, se contempla cómo el pueblo se encaja en el valle que forma el arroyo Covacho y el río Pelayo, que descienden montaña abajo, salpicando los alrededores del pueblo de pinares y del granito de Gredos.
No en vano, el pueblo es famoso para los escaladores por la presencia de esos citados galayos, una rareza geomorfológica, que ha generado con la erosión impresionante agujas graníticas en la sierra que terminan de elevarse hasta los más de 2.200 metros como sucede con el Torreón, el Gran Galayo o la Aguja Negra.
Esto hace que el pueblo haya alcanzado fama nacional e internacional en la escalada en piedra, además de por ser una de las vías de acceso al pico La Mira (2.343 metros), una de las mayores alturas de la Sierra de Gredos, donde la máxima altura es la del pico Almanzor, al que se accede desde la cercana localidad de Candeleda.
Más accesibles que la ascensión a La Mira son otras subidas más cercanas al senderismo que a la escalada, como la ascensión a la Cabeza del Covacho (1.566 metros), a la Cabeza de Arbillas (1.595 metros) o al pico Cervunal, que con sus 2.096 metros es otro de los dosmiles de la zona.
Además, se puede contar con asistencia desde la Casa del Parque del Risquillo, donde aconsejarán sobre rutas senderistas por la zona, además de servir como centro de interpretación de la naturaleza y etnografía de la zona.
Bautizada la zona como 'la Andalucía de Ávila' por su clima benigno y sus días soleados, Guisando forma parte de esa cara sur de Gredos donde el frío invernal es mucho más suave, gracias a la protección de las montañas, pero gozando también de un nivel de precipitaciones otoñales y primaverales generosos, lo que convierte el pueblo también un buen destino para pasear entre pinares, castaños y robles más allá del verano.
Las vistas del pueblo se extienden durante kilómetros de pinares.
Puntos como el Nogal del Barranco o diversas rutas senderistas, incluida la ruta GR 180, dan aún más encanto al turismo activo de este pueblo que, además, cuenta con dos piscinas naturales en su término municipal como sucede con El Risquillo y con el Charco Verde, además de numerosas pozas que también se encuentran en el cauce del citado río Pelayo, que vertebra el pueblo.
Aparte de su naturaleza, Guisando cuenta también con la categorización de Conjunto Histórico Artístico desde el año 1974, basándose en la construcción típica de la zona con casas de mampostería y encalados, donde las solanas de madera se multiplican por las calles del pueblo, que en verano además celebra dos de sus grandes fiestas.
Una en junio, conmemorando el 29 de junio a San Pedro, y otra, definida como Fiestas del Veraneante, en la primera semana de agosto, así como las fiestas mayores del 29 de septiembre, en honor a San Miguel, patrón del pueblo.
Lugar tranquilo y famoso por los Toros de Guisando, aunque estos monolitos están realmente ubicados en El Tiemblo, a unos 70 kilómetros, este pequeño pueblo consta de numerosos alojamientos rurales, así como un par de hoteles en los que alojarse y de una abundante oferta de restauración y bares, donde es muy habitual encontrar allí las especialidades locales, como sucede en Bar El Galayar, donde patatas revolconas, torreznos, migas y chuletón de Ávila no faltan en la carta.
Tampoco singularidades de la zona como la morcilla de pan, que se puede encontrar en establecimientos como Carnicería Curro o, ya como clásico souvenir, las patatas fritas María Retamal, elaboradas desde 1969 con una receta familiar y artesana.
Además, Guisando es conocido por ser el epicentro de los conocidos como Premios Gredos que llevan otorgándose a personalidades de la política, la cultura, las artes o el deporte desde el año 1988 y que en todos estos años ha premiado a personajes de la talla de José Luis Rodríguez Zapatero, Alberto Núñez-Feijóo, Emiliano García-Page, Mario Casas, Luís Figo, Elsa Pataky, Fernando Torres o Carlo Ancelotti.
También en otros establecimientos como El Tropezón o El Fogón de Gredos, en los que también las carnes llevan la voz cantante, como sucede con las tapas de cochinillo frito, que se pueden disfrutar también en locales como Bar El Puente, o, como es habitual en esta zona serrana donde el ganado caprino siempre fue importante, el queso frito o las chuletas de cabrito.
Imágenes | Jaime de las Heras
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