En pleno corazón de Castilla-La Mancha, a tan solo 60 kilómetros de Madrid, se encuentra Ocaña, un pequeño pueblo de Toledo que guarda entre sus calles una gran tradición gastronómica. Y es aquí, en este pintoresco enclave, donde el restaurante Palio, dirigido por la familia Monedero, ha conseguido un nombre propio dentro del panorama culinario, no solo por su cocina casera y de calidad, sino por su singular propuesta: un pan artesano que rinde homenaje a los orígenes panaderos del abuelo.
El restaurante Palio, que ha sabido adaptarse a los tiempos modernos sin perder sus raíces, es la obra maestra de una familia que ha dedicado su vida a la hostelería.
La historia de este establecimiento comienza con la figura de Antonio Monedero, un hombre que, tras heredar la tradición panadera de su padre, decidió dar un giro a su vida y abrir un restaurante en el que el pan fuera el protagonista. Fue en 2011 cuando la familia Monedero adquirió el local en Ocaña, un pequeño restaurante de cocina tradicional que, con el tiempo, se fue transformando en un referente en la comarca.
El nombre de Palio no es casual. En la Edad Media, palio hacía referencia a una prenda de lujo que se utilizaba en celebraciones importantes, y de ahí que la familia decidiera elegirlo para representar un homenaje a la tradición y a la calidad.
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Lo que distingue a Palio de otros restaurantes es, sin duda, su pan artesano. Pero no se trata de un pan cualquiera, sino de una receta única que, tal como se indica en su carta, sigue la tradición que el abuelo de la familia Monedero comenzó a cultivar en su panadería. Este pan, que se elabora a mano, con levadura natural y utilizando harinas de la mejor calidad, es el acompañante perfecto para los platos del restaurante, y uno de los mayores orgullos de los Monedero.
La receta del pan es la misma que el abuelo de Antonio utilizaba para crear los panes que vendía en su tienda. Tras su fallecimiento, la familia decidió continuar con la tradición y ofrecerlo como uno de los elementos más característicos de su restaurante, de lo que se encarga el chef Jesús Monedero, mientras que su hermano Isaac actúa como sumiller.
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Pero el pan no es el único protagonista en la carta de Palio. La cocina del restaurante es un fiel reflejo de la tradición gastronómica manchega, con platos elaborados a base de productos locales y de temporada.
Desde carnes de caza hasta embutidos de la zona, todo en Palio tiene un toque de autenticidad. Platos como el pisto manchego, el cocido tradicional o los judiones dejan claro que aquí se respeta la esencia de la gastronomía castellano-manchega, pero con un toque moderno y vanguardista que sorprende.
Uno de los platos más destacados, además del pan, es el tartar de tomate de huerta, que se sirve con una base de pan crujiente. Es un ejemplo claro de cómo la cocina de Palio ha sabido incorporar elementos de la cocina contemporánea sin renunciar a la esencia de la tradición.
Lo que hace especial al restaurante Palio no es solo su propuesta gastronómica, sino el hecho de que la familia Monedero se involucra personalmente en cada aspecto del restaurante.
Imágenes | Palio