En España, el consumo de vino está íntimamente ligado a la gastronomía. Si bien cuando estamos de tapas elegimos entre blanco y tinto sin grandes distinciones, a la hora de disfrutar de una comida siempre nos preguntamos si el menú pega con uno u otro vino. Y no siempre tomamos decisiones acertadas.
Raquel, fundadora de la app y web Dime1vino, preguntaba siempre a su padre, un gran aficionado a la enología, por los vinos que pegaban más con una comida. Y un día pensó que estaría bien tener toda esa información disponible en el móvil.
“Al final en el supermercado tienes un lineal gigante, y te guías por el precio y la etiqueta, pero no sabes bien qué coger”, explica la emprendedora a Directo al Paladar. “¿Por qué no hacer una aplicación sencilla en la que digas qué vas a comer y te recomenden vinos fáciles de encontrar?”
Así nació Dime1vino, una aplicación que te recomienda seis vinos en función de lo que vas a comer: tres con un precio inferior a diez euros y otros tres más caros, a tener en cuenta en ocasiones especiales. Vinos que siempre son fáciles de encontrar.
Maridajes bien afinados
Lo que más sorprende de Dime1vino -además de su diseño, por el que han recibido el premio Anuaria de Oro a la mejor app- es la enorme cantidad de platos concretos para los que se recomiendan vinos. Hablamos de un total de 1300 platos, de cocina tradicional e internacional, que se escogen mediante claves dicotómicas: la aplicación no solo te recomienda un vino si vas a comer merluza, también te pregunta si la vas a cocinar a la gallega, con almejas, con patatas, con pimientos rojos o verdes, con verduras, en salsa verde o rebozada. La gama de recetas es, pues, amplísima.
“Tratamos de ser lo más precisos posibles”, explica Raquel. “Y si es un pescado con pimiento rojo igual va con un tinto ¿no? Cada vez lo sabe más gente, pero intentamos que se pueda ir más allá”.
Para estos 1300 platos se ofrecen, de momento, 300 vinos, que han sido escogidos por el equipo de la aplicación, siguiendo criterios estrictamente editoriales, sin algoritmos mediantes. “La recomendación está hecha específicamente para cada plato”, apunta la fundadora. “Hemos mirado con cariño cada plato y hemos escogido los vinos que nos parecía, no es que haya unos parámetros y te diga una cosa. Si se pudiera extraer esa información tan específica sería ideal, pero es muy complejo”.
Para escoger los vinos, Raquel, y su socia Estefanía, han tirado de gustos particulares y, también, de referencias como la Guía Peñin, pues como explica la emprendedora recoge vinos que están a la venta de forma accesible.
Una aplicación con futuro
Dime1vino es una aplicación gratuita que aspira a obtener ingresos por diversas vías: ofreciendo asesoramiento a bodegas y restaurantes, llegando a acuerdos con tiendas en las que se puedan comprar los vinos que se recomiendan o negociando con las bodegas su aparición en las recomendaciones. Ahora bien, Raquel insiste en que no quieren renunciar a su criterio a la hora de recomendar vinos: “Si no encaja, no entrará”.
La aplicación acaba de cumplir un año, pero solo hace unos meses que empieza a sonar en los círculos gastronómicos, a medida que sigue aumentando su catálogo que, como explica Raquel, irá cambiando, en función de la llegada de nuevos vinos y añadas. “Es una app que está viva”, explica la fundadora. “Está creciendo constantemente”.
Como ocurre en el inicio de la mayoría de startups, tanto Raquel como Estefanía se ocupan de Dime1vino en paralelo a sus anteriores trabajos, pero esperan que el proyecto salga adelante y se puedan ocupar de lleno al mismo. “Es un mundo que engancha, era imposible que no nos gustara”, reconoce la emprendedora.
Imágenes | Dime1vino