En un estudio publicado por la Asociación Americana de Investigación Dental, nos informan que varios componentes del vino tinto pueden ser muy útiles para la prevención de las enfermedades inflamatorias periodontales (enfermedades que inflaman y destruyen las estructuras que rodean y sostienen los dientes, sobre todo las encías, el hueso y la capa externa de la raíz del diente).
Ponemos por ejemplo la periodontitis, enfermedad infecciosa progresiva que afecta a las encías y a los huesos que las rodean y que soportan los dientes, esta enfermedad es la culpable de que los dientes se muevan e incluso que se pierdan.
Gracias a este descubrimiento, crece el placer de tomar una copa de vino con las comidas, pues además de ser un lujo para nuestro paladar y de poseer distintas cualidades para nuestra salud, también cuidará nuestras encías. El estudio en cuestión ha sido elaborado por la Universidad de Laval (Canadá), y en él podemos apreciar como los polifenoles del vino tinto (sobre todo quercitinas y resveratrol) consiguen modular algunos componentes liberados por los macrófagos que propician la inflamación, estos componentes son una respuesta a los estímulos bacterianos.
Para ser más concretos, los polifenoles inhiben y eliminan la producción de los radicales libres que realizan los macrófagos al controlar las proteínas intracelulares que participan en su liberación.
Pues ya lo sabes, beber vino tinto es beneficioso por muchas razones, ahora podremos añadir una más.
Más información | Periodista Digital Más información | Bvs Más información | Ulaval
