Estamos a punto de comenzar las semanas más agitadas de la vida de los viñedos. Comienza la vendimia con muy buenas perspectivas con respecto a la calidad de los vinos de esta añada. El clima está ayudando a que la uva llegue en perfectas condiciones, de alta calidad, para conseguir los mejores vinos. Una gran noticia y un motivo más para apuntarnos a participar de la vendimia de este año.
Sí. Es posible. Caminar entre las líneas de viñas cargadas de racimos y vivir en primera persona esa experiencia artesanal, mezcla de conocimiento y amor, con que se recogen los granos cada año.
Cómo participar de la vendimia
Solo o con amigos, con tu pareja o con tus hijos, la vendimia está abierta a quienes quieran cambiar los sonidos de la ciudad por el murmullo de las hojas y sarmientos, los olores urbanos por el del mosto de las uvas que has recolectado con tus propias manos.
No dejes pasar la oportunidad, la vendimia se extiende por poco tiempo y hay que estar atento a las oportunidades. ¿Cuántas veces en el año podrás sentir el viento fresco de la mañana mientras acaricias los racimos, o realizar tu propio vino a tu gusto?
Muchas bodegas organizan visitas que en esta época del año son mucho más interesantes. La visita a las viñas nos permitirá observar la tarea de los vendimiadores, el cuidado al recoger la uva, el transporte de los racimos y el laborioso proceso que se inicia entonces. El recorrido por las zonas de producción de las bodegas, tendrá la agitación del trabajo constante y cuidadoso, trasiego de operarios y enólogos buscando la calidad.
Hay agencias de viajes especializadas en enoturismo que podrán ayudarte a escoger entre la oferta de la Ribera del Duero. O puedes dirigirte directamente a tu bodega preferida y apuntarte a los programas de visitas para la época de vendimia. Es recomendable hacerlo con tiempo porque siempre hay un aforo limitado para que la experiencia sea vivida a pleno por cada uno de los participantes.
También hay hoteles de la zona que preparan paquetes especiales en época de vendimia para poder aprovechar todos los servicios que nos regala esta tierra: excelente servicio, una gastronomía potente, la posibilidad de un spa relajante y la de vivir la vendimia desde dentro.
Cómo se vive un día de vendimia
Si decides vivir la vendimia desde dentro, la tarea en la viña comienza temprano. Recogerás tu equipo y seguirás las indicaciones del experto que te guiará. Seguramente conocerás primero un poco de la historia de cada bodega, una historia que siempre tiene muchos detalles interesantes y personales que hacen que cada una sea diferente.
Aprenderás a reconocer los racimos en su punto, a cogerlos con cuidado, a cortar donde se debe, a depositarlos con mimo. Cuando llenes tu caja, pasarás a la mesa de selección donde se separan los granos y aprenderás a medir el grado de alcohol con el que llegan las uvas de la viña.
De allí a esperar la caída de “tu” mosto y ver el zumo de las uvas que has recogido. Una experiencia inolvidable. ¡Estás haciendo vino! En algunos casos, incluso podrás llegar a hacer tu propio coupage, la mezcla de variedades para conseguir un “vino” que lleve tu sello personal.
Ser “vendimiador por un día” tiene un premio adicional. Terminar la jornada con un menú tradicional o con una cata de los vinos de la bodega dependiendo el programa de visita de bodega que elijas.
Anímate a cambiar el asfalto por el surco de tierra, los atascos por el vértigo de una bodega en plena producción. Se espectador o protagonista de una vendimia y valorarás aún más los vinos de Ruta del Vino Ribera del Duero.
Fotos | Gtall1, Francisco J. González y Omar L.