Vía menéame descubrimos la denuncia de un blogger, que al estilo de los huevos Kinder, ha hallado una sorpresa en un suculento queso menorquín, como podéis ver en la foto, sea real o retocada, el queso esconde en su interior una pinza de tender la ropa, repelente.
Resulta muy muy desagradable, sea en un producto elaborado, en un plato que te sirvan en un restaurante o en cualquier cosa que sea para llevarse a la boca, encontrar un invasor, un ocupa o una desagradable sorpresa. El típico pelo puede ser algo tan liviano… (siempre que no veas a la persona de cuya cabeza se desprendió).
Que nosotros recordemos ahora mismo, no hemos encontrado ningún objeto extraño en un producto alimenticio, no llamamos extraño a una pluma en el jamón de pavo (que nos ha pasado), o un trozo de plástico en diferentes productos, de lo que nadie se ha librado.
No es nada agradable, pero sucede, los controles no son del todo fiables en todas las fábricas y restaurantes, y seguro que alguno de vosotros tiene alguna denuncia que todos deberíamos conocer sobre los objetos extraños que en alguna ocasión habéis encontrado en la comida. ¿Cuál es tu experiencia?