Y hoy ¿qué preparo para comer? es la pregunta que me hago cada día y, confesadlo, también muchos de vosotros. Siempre pienso que mi problema es la falta de tiempo, pero para ser sincera conmigo misma me encuentroa ante el mismo dilema sea cual sea la estación del año, tenga o no vacaciones. Así que he terminado por pensar que lo mío es o bien un caso de pereza crónica o una total ausencia de imaginación.
Lo de falta de imaginación es, en mi caso, más que evidente, pues tengo un repertorio de recetas de "emergencia" del que echo mano cada semana, repitiéndolas sin el menor remordimiento. Y de la pereza ya no hablo, pues a veces pienso que si no fuera por mi colaboración en Directo al Paladar no saldría de tres o cuatro platos.
Lo de planear los menús semanales, en mi caso, tampoco vale. Lo he intentado varias veces fracasando estrepitosamente en cada ocasión, así que añado la inconstancia a mi lista de atributos. Aguanto dos o tres semanas haciendo una lista con platos variados, pero a la cuarta me despisto. Ya me estoy resignando.
Cuando mi abuela me cuenta que "en su època" se iba cada día al mercado a comprar lo justo para la jornada, no puedo reprimir sentir una punzada de envidia, pero ¿quién puede permitírselo hoy en día? Nuestros horarios son caóticos y, quien más o quien menos, hacemos malabares para llegar a todo: casa, trabajo, hijos, familia...seguramente nos asustaríamos si pensáramos deteniamente lo que llegamos a hacer en un día.
Tengo un montón de recetas pendientes que estoy deseando preparar, pero las reservos para los fines de semana, cuando tengo más tiempo para cocinar. Menos mal que mi madre se apiada de nosotros y nos invita a comer, si no acabaría bautizando las semanas con el plato correspondiente: "semana de la pasta" o "semana del rebozado". Mi pregunta sigue sin contestar: Y hoy ¿qué preparo para comer? Si alguno tiene la solución, por favor que la comparta ¿a quién más le interesa?
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