No me preguntéis porqué he titulado la receta de hoy “pastel de chocolate Reina de Saba” porque no sabría que contestaros, pero lo cierto es que hace ya algún tiempo la había visto en una revista y así lo denominaban, y no me he podido resistir a presentárosla con este nombre tan evocador y original para una tarta.
A medio camino entre un bizcocho jugoso y un brownie, el pastel de chocolate Reina de Saba se convierte en un postre o merienda para toda la familia, y digo toda porque al ser una receta sin gluten no se quedarán tampoco sin probarlo aquellos que también tengan intolerancia a él.
Derretimos al microondas o al baño maría 150 gramos del chocolate con 80 gramos de la mantequilla. Reservamos para que se vaya templando. Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
Con los 10 g de mantequilla restantes engrasamos el molde de 18 centímetros de diámetro.
En un bol echamos los huevos junto con el azúcar y batimos con varillas o batidora hasta que estén espumosos y hayan doblado su volumen. Añadimos la Maizena, la almendra molida fina, el cacao en polvo, y mezclamos.
Agregamos por último la mezcla de chocolate y mantequilla, removiendo hasta que se integre. Vertemos la pasta en el molde y horneamos durante 20 minutos. Dejamos enfriar antes de desmoldar.
Para cubrirlo derretimos los 50 g de chocolate restantes y los añadimos por la superficie del pastel, espolvoreamos con granillo de almendra. Servimos frío.
Con qué acompañar el pastel de chocolate Reina de Saba
El pastel de chocolate Reina de Saba está delicioso acompañado de una bola de helado. El contraste del bizcocho denso, pero húmedo, con el frescor de por ejemplo un helado de vainilla, aumenta lo deliciosa que es esta receta.
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