Hacía mucho tiempo que tenía echado el ojo al pulled pork y, aunque se puede elaborar en horno tradicional, no ha sido hasta que la Crock-Pot ha entrado en mi cocina que me he lanzado a ello. La verdad es que no es necesaria esta máquina, aunque el resultado es muy bueno porque la baja temperatura a la que se cuece y el vapor que se genera en su interior crean el entorno perfecto.
Una de las ventajas mayores de preparar pulled pork es lo mucho que da de si la paletilla de cerdo. De una sola pieza salen muchas raciones y puede ser utilizado de multitud de formas: en quesadillas, como relleno de pan de pitta, en bocadillos, para enriquecer sopas, etc. Está delicioso, es muy sencillo de preparar y no conlleva esfuerzo alguno. ¿Necesitáis más razones para hacerlo?
Para la elaboración de esta receta es necesario que la paletilla de cerdo esté bridada, sobre todo si ha sido deshuesada, para que la carne quede bien recogida de nuevo y no pierda la forma durante la cocción. Podemos pedirle a nuestro carnicero que la introduzca en una malla o bridarla nosotros mismos con hilo de bramante.
Preparamos la mezcla de especias con la que la vamos a cubrir. Para ello, en un recipiente hondo, mezclamos la sal, el azúcar moreno, el pimentón dulce, el chile seco molido, la pimienta negra molida, las semillas de mostaza (en su defecto podemos usar una cucharada de mostaza Dijon), el ajo en polo, la salsa Worcester y 100 ml de vinagre de manzana. Removemos bien.
Pelamos y cortamos en ocho trozos las cebollas y las colocamos sobre la base de la Crock Pot, regamos con la coca cola. Embadurnamos el cerdo con la mezcla de especias, usando las manos y asegurándonos de cubrirlo bien por todos lados hasta que terminemos con ella. Lo colocamos sobre la cebolla y tapamos. Programamos a baja temperatura durante 12 horas.
Transcurrido este tiempo, apagamos la Crock Pot y dejamos que el cerdo se atempere en su interior antes de retirarlo y deshilacharlo. Trituramos la salsa y pasamos por un colador. La calentamos a fuego suave y retiramos el exceso de grasa. Salpimentamos al gusto y ajustamos el espesor, bien reduciendo la salsa durante un tiempo o bien con maicena.
Si queremos elaborar el pulled pork en horno tradicional, necesitamos calentarlo a 160ºC y utilizar una cacerola con tapadera apta para horno (las de hierro fundido son perfectas porque reparten el calor muy bien). El tiempo de horneado se reduce a seis horas, conviene comprobar el punto de la carne y ver si se deshilacha fácilmente antes de retirarlo del horno.
Con qué acompañar el pulled pork
A la hora de consumir el pulled pork, conviene mezclar con un poco de su salsa para darle un punto de sabor y jugosidad. Lo podemos servir como elemento principal del plato, con una guarnición de arroz blanco, pasta, verduras, ensalada o más. Aunque también queda delicioso como relleno de bocadillos, tacos, tortillas de trigo y acompañado de frutas y verduras troceadas.
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