Por un pequeño malentendido me encontré hace poco con pechugas fileteadas de pollo en lugar de piezas enteras, así que tuve que cambiar la receta que había previsto. La nevera fue mi inspiración para estas pechugas rellenas de mermelada de higo y queso San Simón; los higos y este delicioso queso gallego ya habían demostrado combinar de maravilla.
La receta es muy simple y se puede preparar también con solomillos de pollo deshuesados o directamente con peghugas enteras, que podemos abrir como si fueran un libro para rellenarlas mejor. Con estos filetes podríamos hacer rollitos o enrollarlos con hilo de cocina, pero yo preferí dejarlos como si fueran un sándwich de pollo, con una sencilla salsa.
Precalentar el horno a 200ºC. Si partimos de pechugas ya fileteadas habrá que intentar emparejarlas para formar un "sándwich" más o menos uniforme. Retirar los posibles restos de grasa y colocar sobre una tabla de cocina, tapar con plástico film y ablandar un poco con un martillo o un rodillp, para dejarlas más finas y más extendidas.
Salpimentar ligeramente dos filetes y extender una capa de mermelada, sin llegar a los bordes. Rallar encima queso San Simón y cubrir con sus parejas de pollo. Salpimentar también por fuera.
Calentar un poco de aceite en una sartén antiadherente y dorar el pollo a fuego fuerte. Dar la vuelta pasados unos minutos, con cuidado y con maña usando una buena espátula para que no se desmonten. No pasa nada si se sale un poco el relleno.
Cuando estén doradas, trasladar a una fuente adecuada y hornear hasta que el interior esté en su punto. Si son pechugas muy finas y queremos ahorrarnos el horneado, podemos cocinarlas más tiempo en la sartén, tapándola y bajando el fuego. Hay que procurar que por dentro no queden crudas.
Mantener al fuego la sartén, reduciendo la temperatura, y añadir el diente de ajo muy picado, dejando que se dore muy ligeramente. Agregar el vino y dejar que hierva evaporando el alcohol. Rascar bien la sartén con la espátula para sacar todos los jugos que ha dejado el pollo.
Agregar la nata y la mostaza y cocinar a fuego suave hasta que reduzca un poco y espese. Reincorporar las pechugas a la sartén o servirlas directamente en los platos con la salsa por encima.
Con qué acompañar las pechugas de pollo rellenas
El pollo combina bien casi con cualquier cosa, aunque en este caso de pechugas rellenas con mermelada de higos y queso yo apostaría por una guarnición neutra. Patatas cocidas o en puré arroz o cuscús son buenas opciones, para aprovechar la salsa. También podemos servir un plato de ensalada o verduras aparte y simplemente acompañar el pollo con buen pan.
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