Tal vez no os pase a todos, pero estoy seguro que a más de uno os ocurre como a mi, que cuando cogéis un libro de recetas que os gusta, estáis un tiempo preparando lo que vais encontrando en él. A mi me está pasando con Open Kitchen, de la que el otro día preparé unos rollitos de pechuga y hoy este pollo al limón con setas.
La uso mucho porque cuando estoy llegando a casa y no sé qué cocinar, le echo una ojeada en el metro y compro lo necesario en el supermercado. Así no tengo que subir a casa a consultar algún libro o internet y volver a bajar a compar.
Ingredientes para 2 personas
4 filetes de pechuga de pollo (300gr), 200gr de setas o champiñones, 1 limón, 2 dientes de ajo, 20gr de mantequilla, 100ml de caldo de pollo (o agua), 1 huevo, pan rallado, sal, pimienta y aceite.
Cómo hacer pollo al limón con setas
En realidad, la receta original —de Carlos Dube de Mercado Calabaíjo— es con champiñones, pero ya que estamos en otoño, he pensado que unas setas no le sentarían nada mal, pero si no tenéis a mano, sabed que unos champiñones cumplen en el papel.
El primer paso es empanar las pechugas, para ello seguimos el proceso habitual; huevo batido, pan rallado y una sartén con aceite caliente en abundancia. Una vez bien doradas, las reservamos en una sartén grande, evitando que se apilen y las tapamos.
Después, salteamos las setas con un poco de aceite y el ajo laminado y una vez suelten su jugo las añadimos junto a las pechugas, caldo incluido.
El siguiente paso es preparar la salsa de limón. En una sartén pequeña derretimos los 20gr de mantequilla, luego añadimos el zumo de un limón y 100 ml de agua o caldo de pollo, dejamos reducir un poco y lo vertemos en la gran sartén junto con las pechugas. Tapamos, bajamos el fuego y dejamos cocer hasta que el caldo se reduzca casi por completo.
Por último, para acompañar, podemos freír unas patatas en dados que añadiremos a la mezcla junto antes de servir.
Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Fácil
Degustación
Esta receta de pollo al limón con setas es realmente sabrosa y sencilla de preparar. Si preferimos las pechugas más crujientes (aunque menos jugosas), podemos prepararlas justo al final, y reducir el caldo con las setas únicamente, que luego verteremos sobre éstas.
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