La Costa del Sol no deja de brillar, pero es cierto que en primavera comienza un despertar que además llena de colores y vegetación toda la provincia de Málaga. Hoy, para llenarnos de sur, nos vamos a Málaga, pero quizá a una zona no tan transitada.
Muy turística y muy marinera, esta provincia andaluza es muy famosa por todo lo que sucede en la parte occidental de su costa. Marbella, Fuengirola, Benalmádena, Mijas, Torremolinos… Buena parte del turismo de la provincia se enfoca hacia esta parte del litoral.
Sin embargo, Málaga esconde tesoros en su interior que son de sobra conocidos como Ronda o Antequera y, como hoy nos ocupa, un encantador pueblo hacia la parte oriental, donde quizá la gran referencia turística sea Nerja.
Nuestro plan nos lleva a un delicioso pueblo blanco en la comarca de la Axarquía. Aquí espera Frigiliana, resplandeciente y encalado y surcado de callejuelas y callecitas empedradas que brillan entre flores y sol durante la primavera, incluido además en la lista de Los Pueblos más Bonitos de España.
Su singularidad le hace tener casi lo mejor de dos mundos, pues está enclavado en la Sierra de Almijara, pero se abre como un balcón sobre el mar Mediterráneo, a menos de diez kilómetros de la costa, estando muy cerca de Nerja.
La última fábrica de miel de caña de Europa
Una de las curiosidades de Frigiliana es que aún conserva —en activo— una fábrica única en toda Europa. Se trata de la miel de caña Nuestra Señora del Carmen, que se obtiene de la caña de azúcar y cuyo ingenio —así se llaman a estas plantas de tratado de la caña de azúcar— data de siglo XVII, aunque ya hay crónicas del uso de la caña de azúcar en el siglo XVI.
Miel de caña 300 grs
La fábrica era propiedad de los señores de Frigiliana, que la vendieron ya en el siglo XX a los De la Torre, actuales dueños del Palacio de los Condes de Frigiliana y los responsables de explotar en la actualidad esta marca que elabora la única miel de caña de Europa.
Un casco histórico cuajado de tesoros
Frigiliana, como tantas otras poblaciones del litoral malacitano, floreció a partir del Renacimiento debido a un poderoso comercio tanto agrícola como comercial. De hecho es una zona clave para entender la uva pasa de la variedad moscatel. Tanto es así que la FAO catalogó el cultivo de estas pasas en La Axarquía como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial, de los cuales solo hay cinco en todo el mundo.
Esto también posibilitó que la riqueza frutal de estos tesoros fáciles de conservar enriquecieran la zona, cuajada también de cultivos y huertas. Por eso no extraña la presencia del citado palacio, como tampoco de la ingente cantidad de patrimonio artístico.
El mismo casco antiguo de Frigiliana ya es una obra de arte, repleto de estilo mudéjar, o el Palacio del Apero, también en el centro de la villa. Allí también destaca la Iglesia de San Antonio, en la parte alta de la villa, mientras que en la parte baja se ha ido desarrollando de manera contemporánea.
También se debe mencionar la presencia de los Reales Pósitos, antiguos silos de cereal construidos en el siglo XVIII. Hoy son viviendas privadas, pero mantienen la estructura exterior con las arcadas de entrada en la calle Real (una de las más fotografiadas de la villa).
Un turismo de sol, tierra y mesa
Bien dotada de hostales y casas rurales, pernoctar en Frigiliana es fácil. Como fácil es también comer bien en toda La Axarquía, una zona donde el chivo malagueño es santo y seña. En el cercano Canillas de Aceituno también es muy típica la morcilla.
Además del chivo, la otra gran carne serrana es el choto. Junto a ellos, una colección de platos de huerta como el potaje de hinojos, el ajoblanco o el enblanco de pescado dan testimonio de una cocina serrana y marinera que no tienes que perder de vista.
Una Frigiliana verde y caminable
Frigiliana cuenta en sus alrededores con una decena de rutas senderistas de dificultad variable pero generalmente asequibles hacia su serranía. Clasificadas por colores y explicables en la oficina de turismo del pueblo, algunos de los lugares privilegiados que se pueden descubrir son las Lomas del Chillar, la Cruz de Félix o a los Cahorros del río Higuerón.
Ya de nuevo en Frigiliana podemos descubrir el jardín botánico, de pequeñas dimensiones pero muy cuidado, donde encontramos los cultivos que históricamente fueron relevantes en esta zona de Andalucía como el esparto, los palmitos, el olivo, las plantas medicinales o la caña de azúcar.
Imágenes | iStock Sushaaa / iStock T_Mizuguchi / iStock Romet6 / iStock Jacek_Sopotnicki / iStock xbrchx
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