Hay un dicho en a la cocina oriental "todo lo que se mueve es comestible". La medusa es el último grito en los restaurantes chinos, coreanos, tailandeses y japoneses; generando en el mercado asiático como en Estados unidos un negocio de miles de millones de dólares. Mientras tanto para nosotros son una plaga, no solo por las picaduras a los bañistas sino también porque son devoradoras de placton y , sobre todo, de las crías de los peces, por lo que las medusas capturadas son trituradas en un barco cisterna y enterradas en una fosa dentro de una zona militar.
El que esto cambie será cuestión de tiempo, hasta que alguno de nuestros excelentes chefs se interese por este animalito. La propietaria del famoso restaurante Casa Xinés del Puerto Olímpico de Barcelona, Ling, explica el complicado procedimiento de preparación de las medusas, que se ponen unas cuatro semanas en salmuera y como las compra en rodajas secas y saladas hay que ponerlas durante unas cuatro horas en una corriente de agua para que desalen correctamente. Las medusas tienen un color rubio y rojizo y de ellas se utiliza sólo la cabeza que tiene una textura crujiente y un ligero sabor a mar.
Uno de los máximos expertos en medusas, el Dr. Thomas Heeger afirma que casi todas las medusas del Mediterráneo son comestibles, sobre todo la famosa "huevo frito", la que mas abunda. De ellas también se aprovecha su veneno que se utiliza tanto para enfermedades coronarias como en tratamientos contra el cáncer. De hecho fueron los médicos, y no los cocineros, los que escribieron los primeros tratados de cocina en la antigua China, como explica la señora Ling, la cocina tradicional china se rige por parámetros medicinales y las medusas en concreto sirven para bajar la presión alta y en general hacer limpieza de toxinas.
Si las habéis probado, hacernos partícipes de vuestra experiencia.