La que puede considerarse boda del año, entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, ya está al caer, y mucho se ha especulado sobre el vestido, cerrado a cal y canto en un lugar secreto, o las joyas, robadas por unos imitadores de la Guardia Civil armados con un hacha, como en una película de la saga Torrente.
En en el evento previsto este sábado en el palacio El Rincón, heredado de su padre por la famosa, la comida no será la absoluta protagonista, después de un enlace que tenía que producirse y no se produjo por infidelidades, y que se ha retomado. Ahora bien, lo que haya en el plato será lo que, en gran parte, la mejor experiencia que se llevarán los invitados de este banquete.
Esto es así porque la celebrity del momento y su futuro marido han contratado al cinco estrellas Michelin Eneko Atxa, quien ofrece este tipo de ágapes festivos a través de la división de su empresa Eneko Bodas, Eventos y Catering, para hacerse cargo de la comida.
Para Falcó la gastronomía no es un aspecto menor, pues cabe recordar que la televisiva marquesa de Griñón, hija de la socialité filipina Isabel Preysler, siente una especial devoción por la cocina, lo que la llevó a convertirse en la ganadora de MasterChef Celebrity.
Este hit la animó a seguir estudiando en la prestigiosa escuela de alta cocina Le Cordon Bleu, una pasión demostrada en sus redes sociales con diversas intervenciones en la cocina y que hace, de hecho, que en su Instagram se defina simplemente con la palabra chef.
Esto es lo que ha llevado a la pareja de papel couché a viajar en varias ocasiones hasta Azurmendi, el restaurante de Atxa en Bilbao con tres estrellas Michelin, donde han hecho la prueba de menú y han podido ultimar todos los detalles del convite.
Un viaje en el tiempo
Aunque la minuta de lo que comerán los invitados a la boda todavía no ha trascendido, uno puede hacerse una idea de lo que les espera a los también famosos que se pasearán por el evento.
La cocina de Atxa es, tal como el mismo restaurante la describe, un viaje en el tiempo, “desde el ayer hacia el mañana, desde el amor por las tradiciones, la artesanía y lo contemporáneo, hacia un lugar llamado simplemente placer”.
Así, de la mano de uno de los cien mejores restaurantes del mundo, la pareja dispondrá en las mesas de los invitados platos singulares de Atxa, que normalmente tiene un menú degustación llamado Adarrak de más de veinte pases y por 300 euros que se propone adentrar al comensal “en una experiencia estacional para los cinco sentidos”.
Polvorón Joselito
En este listado de selectos platos, dentro del momento de recibida Pícnic de Bienvenida hay opciones como el Polvorón Joselito, el Marianito y el Brioche de salazones, aunque el chef y su equipo ofrecen un diseño a medida en cada caso.
El equipo de Eneko Bodas, Eventos y Catering propone también una Mesa de Trufa, con Huevo Trufado, Manzana fermentada y trufa y Merengue Trufado. Otra estación del picoteo es El Jardín, con platos tan evocadores como Rosa y Néctar, Albahaca, Flor de Agua y Hojas.
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Ya en el momento denominado En La Mesa, el chef propone Agua de Rocío, Espárrago, Erizo en texturas, Talo marino, Huevas, Ostra, Quisquillas, Guisante lágrima, Bogavante asado y descascarillado sobre jugo de pimientos, Atún con estofado de vegetales y reducción de manitas y Castañeta de cerdo ibérico, duxelle y trufa.
Fotos | Tamara Falcó/Instagram, Íñigo Onieva/Instagram.
