Es habitual que la cocina sea una de las estancias de la casa con menos luz, a no ser que tenga un ventanal o acceso directo a un espacio como el jardín. Por ello, la presencia de plantas en esta normalmente se ve reducida.
Sin embargo, existe toda una gama de plantas que viven perfectamente con poca luz natural, y que presentan su mejor versión en espacios más sombríos como puede ser la cocina.
Estas plantas sobreviven en hogares orientados de cara a norte, con poca luz o sin apenas ventanas, y son estupendas para decorar cualquier espacio y aportar un toque de dinamismo.
Por su naturaleza, las características de estas plantas las hacen especialmente buenas para sobrevivir en espacios hostiles, carentes de elementos tan esenciales como la luz, por lo que las cocinas con poca claridad tienen esta opción verde, llena de color y vida.
Ficus benjamina
Una de las plantas más bonitas que se puede tener en el interior es el Ficus benjamina. Este pequeño árbol, conocido como Laurel de la India, es muy decorativo, súper resistente, y muy versátil, de manera que se adapta a entornos muy distintos como la cocina.
Otra buena noticia de esta plantas, que requiere un riego bastante moderado, por lo que resulta ideal en tiempos de sequía y que sus cuidados no son nada exigentes, de forma que sobrevive a propietarios bastante descuidados.
Aloe vera
Muy conocido por sus propiedades cosméticas, el aloe vera es una planta que sobrevive muy bien en cualquier entorno seco. Amante de la claridad, pero no de la luz directa.
Esta variedad resistirá muy bien en cualquier cocina. Lo único que es especialmente importante y es imprescindible tener en cuenta es su necesidad de drenaje para que no se puedan sus raíces.
Menta
Tan decorativa como aromática, resulta la menta, que además tiene usos culinarios, especialmente en coctelería. Esta es una planta absolutamente amante de la sombra (crece de forma más o menos salvaje en espacios donde no hay luz) y que vivirá muy bien asociada a la humedad.
Además de su aportación estética a la sala, su buen aroma, enriquecer un ambiente en el que suelen predominar los malos olores, así que es una excelente opción.
Cintas
Las cintas son plantas muy tupidas que se reproducen y crecen fácilmente y que no necesitan sol para crecer y mantenerse vivas.
Los cuidados que requieren son mínimos, así como el riego que tampoco es nada exigente. En contrapartida, son plantas con un alto poder decorativo que aportarán mucha vida al espacio.
Sansevieria
Esta planta, que tiene muy pocas necesidades lumínicas, es muy parecida al aloe vera en términos decorativos y consigue añadir aparte un punto exótico a la cocina.
Igualmente, su cuidado es muy sencillo y también sus exigencias a nivel de riego y luz, así que es otra alternativa excelente para las cocinas más sombrías.
Planta del dinero
También muy fácil de cuidar y resistente a una gran variedad de ambientes. La conocida como planta del dinero es estupenda para decorar la cocina, sobre todo, por la caída de sus hojas en cascada.
Esta planta crece muy bien al lado de una ventana, con claridad pero no luz directa, con semisombra constante ya que, de recibir una insolación constante, termina quemada.
Begonias
No obstante, si lo que se quiere es tener flores en la cocina una gran solución son las Begonias que decoran muchísimo con sus preciosas flores.
Esta planta resiste perfectamente la escasez de luz y también es de muy fácil cuidado y ofrece la estética que podría regalar cualquier flor en su máxima plenitud en un entorno soleado.
Anturio rojo
También con cierta ambición floral, el anturio rojo es un gran aliado de las cocinas, sombrías, pues no solo sus colores, sino también su brillo aportan gran luminosidad a cualquier habitación sin salida exterior.
Esta planta es originaria de América y es una de las más recurridas para interiores por su gran valor decorativo y versatilidad.
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